26 de septiembre 2025 - 08:27

¿Qué implicancia tiene la política monetaria en el costo del crédito?

La hoja de ruta del Banco Central del Uruguay sigue en fase contractiva, pero la transmisión hacia el costo de financiamiento no es lineal. Qué mirar para anticipar cambios.

La fase contractiva de la política monetaria del Banco Central del Uruguay encarece indirectamente el crédito.

La fase contractiva de la política monetaria del Banco Central del Uruguay encarece indirectamente el crédito.

Foto: Pexels

El crédito en pesos sigue siendo relativamente caro en el país, pero ese efecto no surge de manera mecánica: la Tasa de Política Monetaria (TPM) del Banco Central del Uruguay (BCU), hoy en 8,75%, es la referencia, aunque su traslado a préstamos depende de otros factores como plazos, márgenes bancarios, riesgo del prestatario, la dolarización de la economía y las expectativas de inflación, y suele materializarse con rezagos.

"Es un tema conceptual importante (la TPM) para entender uno de los canales de transmisión de la política monetaria", dijo el economista José Licandro, en diálogo con Ámbito, y subrayó que este instrumento es nominal y que lo que impacta en decisiones de consumo e inversión es la TPM real.

"El BCU estima cuál es el nivel de TPM real que no genera presiones de demanda que afecten los precios. A ese nivel se le conoce como tasa neutral, precisamente porque no tiene impacto ni inflacionario ni deflacionario", observó Licandro. En Uruguay, la TPM neutral es de 2,5% en términos reales. Como las expectativas de inflación superan ese nivel, "la instancia monetaria está en fase contractiva".

Impacto en el crédito y ahorro

Sobre cómo esto afecta al crédito, Licandro explicó: "Cuando la TPM real es alta, aumentan las decisiones de ahorro porque la tasa es atractiva, y eso implica consumir menos. Asimismo, el crédito es más caro y eso hace que se demande menos, ya sea para consumir como para invertir. El BCU lo tiene estimado en sus modelos empíricos".

Según el economista, el BCU prevé que, si las expectativas de inflación se alinean con el objetivo de 4,5% en los próximos 24 meses, la TPM podría reducirse hacia 7% durante el primer semestre de 2026. "Cuanto más rápido se alineen las expectativas a 4,5%, más rápido se llegará a ese nivel. Todo ello si no pasa nada raro, obviamente", agregó.

Para quienes buscan entender si la política monetaria les juega a favor o en contra, Licandro aconseja mirar la curva de tasas de mercado y los instrumentos de referencia. "Hoy, una Letra de Regulación Monetaria (LRM) a un año rinde 8% y por debajo de 8% a dos años. Esto ocurre porque el anuncio del BCU de que va a ir reduciendo la TPM ya hace bajar las tasas a plazos más largos. En términos prácticos, no debería esperarse un cambio significativo en el costo del crédito para los próximos dos años".

En definitiva, el actual escenario de política monetaria contractiva implica un crédito más caro y mayores incentivos al ahorro. Sin embargo, la gradual reducción de la TPM prevista por el BCU podría aliviar estas condiciones hacia 2026, mientras que las familias y las empresas deberán observar la evolución de las tasas de referencia para calibrar sus decisiones de endeudamiento y ahorro.

El costo del endeudamiento

En esta línea, el economista de CPA, Nazareno Sánchez, remarcó que el escenario actual de baja inflación es clave para pensar en el costo de endeudarse en pesos. "En lo que va de 2025, la inflación ha sorprendido sistemáticamente a la baja, convergiendo más rápido de lo esperado hacia el centro del rango de tolerancia. En línea con esto, las expectativas de inflación se han ajustado a la baja", señaló.

Ese cambio de escenario permitió al BCU iniciar un ciclo de recortes, "llevando la TPM desde 9,25% en mayo a 8,75% en agosto (su valor actual)". Según explicó, como la TPM funciona como tasa de referencia para el resto del sistema financiero en pesos, "si bien el efecto no es inmediato, futuros recortes deberían trasladarse a otras tasas en pesos de este".

Para familias y empresas, esto significa que las condiciones de financiamiento en moneda nacional podrían empezar a aliviarse en la medida en que las expectativas de inflación continúen convergiendo hacia la meta de 4,5%. "Cada vez serán necesarios menores niveles de TPM para cumplir con los objetivos de precios, lo que contribuiría a reducir adicionalmente los costos de endeudamiento en pesos", agregó Nazareno.

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