23 de julio 2018 - 23:41

Ley para recuperar bienes de la corrupción acorrala al serpenteante Massa

• PROYECTO DE EXTINCIÓN DE DOMINIO VOLVERÁ A DIPUTADOS CON MODIFICACIONES.
• PUJA PJ-PRO EN SENADO.
El tigrense impulsó la iniciativa en 2016 y logró apoyo de Cambiemos. Si el texto regresa en segunda revisión, el zigzagueante renovador deberá ordenar a sus legisladores que insistan junto al oficialismo en la versión original o que avalen los cambios que empuja el justicialismo, a quien abraza de cara a 2019.

Sergio Massa
Sergio Massa
El Congreso ingresó en un difícil semestre y discutirá leyes que no sólo sellarán el destino del gasto del Gobierno -como el Presupuesto 2019, que tendrá una pincelada espesa del FMI tras jugar durante dos años al gradualismo-, sino que también representarán los primeros movimientos reales de pactos y alianzas de la oposición de cara a las elecciones presidenciales del año próximo.

Una de esas leyes es la de extinción de dominio, una espinosa iniciativa que impactará de lleno al líder del Frente Renovador, Sergio Massa. El proyecto fue empujado de manera ferviente por el exdiputado en 2016 y logró su votación ese año gracias al apoyo de Cambiemos. Ni bien aterrizó en el Senado, el PJ dinamitó el texto y lo cambió en un dictamen -también con aval del oficialismo- que cayó tras el recambio parlamentario de fines de 2017.

La excusa que partió siempre de la Cámara alta durante todos esos meses fue la imposibilidad de devolver este tema en segunda revisión a Diputados por la desconfianza hacia Massa en cuanto a insistir en la versión original que denostaron sin parar desde todos los bloques del Senado.

Sin embargo, la aprobación de la ley de Diputados sigue vigente -al menos, hasta fin del corriente año- y mañana, el PRO y el PJ en el Senado discutirán modificaciones al proyecto votado en la cámara baja hace dos años. Al no haber acuerdo, oficialismo y el principal bloque opositor presentarían, en principio, despachos distintos en el debate que harán en plenario las comisiones de Justicia y Asuntos Penales; y de Seguridad.

Días atrás, senadores justicialistas presentaron su nueva iniciativa sobre extinción de dominio y destacaron que esta fue notificada al camarista federal Mariano Borinsky, quien preside la comisión para la reforma del Código Penal, para respetar el espíritu de la norma que aterrizará en el Congreso.

En cuanto a ese proyecto, el peronista Rodolfo Urtubey explicó el error de intentar "delegar en fiscales de otro fuero una acción ante la mera sospecha frente a un acusado" para decomisar bienes. Según la ley PJ, esa instancia se activará una vez terminada la etapa de instrucción y con causa elevada a juicio.

Si oficialismo y PJ no llegan a un acuerdo en el Senado, los dictámenes serán votados en el recinto en la sesión posterior al 8 de agosto, día en el que se definirá la suerte del proyecto sobre interrupción voluntaria del embarazo (IVE) hasta la semana 14.

En caso de un escenario sin consenso, el PRO podría aprovechar una votación en mayoría simple del PJ y del cristichavismo -entre otros- similar a la que se dio durante la discusión sobre tarifas.

Si regresa en segunda revisión a Diputados, el texto gatillará el acorralamiento del zigzagueante Massa, hoy clandestino y sin banca, pero con igual poder de decisión sobre sus legisladores.

A partir de allí, se abren tres opciones. La primera es que Cambiemos apure el tratamiento del proyecto por el que tanto pide en los medios de comunicación y en redes sociales. Para ello, deberá insistir con una versión original votada en la Cámara baja que fue denostada por constitucionalistas varios por la supuesta vulneración de garantías constitucionales como el principio de inocencia, entre otras. Allí, Massa deberá mediar y definir si el Frente Renovador acompaña ya que, junto al oficialismo y algún silvestre suelto, conseguirían los votos necesarios.

El segundo sendero es activar un "blanqueamiento" de estrategia y reconocer los errores del proyecto original para acompañar los cambios que generaría el peronismo en el Senado, a quien Massa abraza ahora como palanca electoral de cara a 2019.

Un último camino es aprovechar las fuertes discusiones que habrá sobre el Presupuesto y "olvidar" el análisis de extinción de dominio para desactivar por unos meses su tratamiento. Es decir, generar una especie de "tapón" entre ambas cámaras, que se acostumbraron desde el Gobierno de Macri a lanzarse leyes sin tener en cuenta las consecuencias negativas que producen esas "picardías" en la política, hoy en lupa de la sociedad.

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