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Un sondeo sugiere la posibilidad de balotaje Haddad-Bolsonaro
• LULA SIGUE CÓMODAMENTE AL FRENTE, PERO ES DIFÍCIL QUE PASE EL FILTRO DE LA JUSTICIA ELECTORAL
Ese escenario es el más temido por los inversores, lo que se expresó en nuevas tensiones en el mercado cambiario. El conservador Alckmin no logra llegar siquiera al 5% de intención de voto.
Si Lula duplica a Bolsonaro, este aventaja también por mucho a los que vienen atrás. En el estudio de MDA, los siguen la ecologista Marina Silva (5,6%), el conservador exgobernador de San Pablo Geraldo Alckmin (4,9%) y el socialista moderado Ciro Gomes (4,1%).
La posición de Alckmin fue particularmente decepcionante para los operadores, que observan que no logra levantar cabeza a pesar de contar con el respaldo del establishment y de haber realizado alianzas con varios partidos de centro.
En los comicios, para ellos, se juega la continuidad de las reformas promercado impulsadas por el actual presidente, Michel Temer, en particular la del techo del gasto público por diez años y la laboral. La reforma previsional, crucial para la sustentabilidad fiscal del país, es considerada la gran asignatura pendiente para el próximo Gobierno.
Lula se impone en cualquier escenario de balotaje, pero lo trascendente surge de los datos que MDA aporta sobre un escenario sin él en la cancha. En este, Bolsonaro derrota a cualquier rival, aunque por diferencias ubicadas dentro del margen de error.
"Un problema de esta encuesta es que no hay escenarios construidos sin la presencia de Lula. Por otro lado, hay que percibir la enorme dificultad de Alckmin para crecer", le dijo a Ámbito Financiero el analista político y profesor de la Universidad Católica de Brasilia Creomar de Souza.
Con todo, si bien MDA no incluyó en sus escenarios al compañero de fórmula de Lula, el exministro de Educación y exalcalde de San Pablo Fernando Haddad, sí dio una idea de la magnitud en la que este podría beneficiarse de un llamado de Lula a votarlo, un 17,3%, suficiente a priori para depositarlo en un segundo turno con Bolsonaro.
Una pregunta es si esa transferencia potencial es el final o el comienzo del crecimiento de Haddad. "Aún no está clara la cuantía de ese proceso. Porque, de hecho, tradicionalmente, el Partido de los Trabajadores tiene el 30% de los votos", añadió De Souza.
Marcelo Rech, director del Instituto InfoRel de Brasilia, señaló, por su parte, que "el PT trabaja, aunque no públicamente, para que Haddad reemplace a Lula". Por eso el debate en la izquierda se calienta cada día más.
"Hay una corriente, en la que está Jaques Wagner (exgobernador de Bahía y ex jefe de gabinete de Dilma Rousseff), que defiende la idea de que Haddad asuma ya la candidatura. Y hay otra, liderada por la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, que pretende mantener a Lula como candidato hasta el último segundo del último día posible. El primer sector está creciendo, porque cada vez más personas se convencen de que mientras más tiempo se demore la definición, Lula será capaz de transferir menos votos", añadió Rech.
El analista explicó que la indefinición de la sucesión en la izquierda "es una jugada arriesgada, porque mientras Haddad no sea el candidato oficial, el PT queda fuera de los debates (en TV) y de las entrevistas. Pierde espacio, además de parecer que intenta violar las reglas" al insistir con una postulación jurídicamente inviable.
El dilema de, eventualmente, tener que optar entre el ultraderechista Bolsonaro y Haddad, el delfín del líder de la izquierda, puede resultar un tormento para los hombres de negocios, en particular, y para el electorado liberal-conservador del país, en general.
El expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2003), presidente honorario del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), al que pertenece Alckmin, habló de su rechazo a la figura de Bolsonaro en una entrevista con Folha de São Paulo.
"Bolsonaro asusta con sus soluciones simplistas y autoritarias. No creo que tenga la experiencia y la visión democrática para aceptar al otro con facilidad", señaló.
¿Será que habrá un voto republicano contra ese defensor de la dictadura (1965-1984) y hasta de la tortura?
Para Rech, "el PT va apoyar a Alckmin si este llega a la segunda vuelta. Ahí sería todos contra Bolsonaro". "Fernando Henrique defiende una alianza PSDB-PT contra Bolsonaro. Él entiende que los dos partidos juntos son capaces de evitar esa amenaza y pacificar el país. Pero creo que eso no será aceptado dentro del PT. Probablemente avanzarán en lo que les interese a ambos, pero todo en las sombras", agregó.
Ocurre que las alianzas son difíciles cuando se pretende que funcionen en una sola dirección. ¿O acaso puede esperarse que el PSDB, el partido del establishment, dé el paso de apoyar a Haddad en caso de un mano a mano entre este y el cuco?
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