28 de julio 2020 - 00:00

Inseguridad: la otra pandemia que tiene en vilo a Buenos Aires

Informe de la Procuración General bonaerense atiza reclamos de intendentes por mayor presencia policial. Llegan mañana más fuerzas federales a zonas calientes.

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El reconocimiento oficial de un crecimiento exponencial en la cantidad de delitos en la provincia de Buenos Aires, aceleró en las últimas horas el desembarco de fuerzas federales en las zonas más calientes del conurbano, merced también a un reclamo generalizado de los intendentes. 2.543 hechos por día

Luego del arribo el viernes pasado a siete municipios de un número de efectivos -nunca precisado con exactitud-, la cartera de Seguridad nacional coordinó con el área de Sergio Berni la llegada mañana de otro grupo de elite de la Policía Federal a Lanús y Tres de Febrero.

Se trata de dos distritos donde, como en el resto de la provincia, los índices de inseguridad vienen creciendo desde junio, luego de la caída de casi el 50% por ciento que se registró en los primeros meses de la cuarentena, y están cerca de equipararse con los niveles de 2019, cuando se denunciaban unos 2.500 hechos por día.

La decisión se traduce, además, en una respuesta a la queja de los intendentes de Juntos por el Cambio Néstor Grindetti (Lanús), Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Jorge Macri (Vicente López) y Julio Garro (La Plata), quienes habían expresado su malestar por la falta de respuesta a sus pedidos de apuntalamiento para dar batalla al aumento de la inseguridad en sus distritos.

“Celebro el envío de fuerzas federales a Lomas de Zamora, Avellaneda, Quilmes y el resto de los municipios vecinos. Ojalá Lanús tenga la misma suerte la próxima vez”, escribió en Twitter el secretario de Gobierno de Lanús, Diego Kravetz, en un mensaje dirigido al secretario de Seguridad de la Nación, Eduardo Villalba.

El programa de patrullajes conjuntos fue creado con el objeto dar una respuesta inmediata a los pedidos de refuerzos del gobierno de Axel Kicillof frente al recrudecimiento de los niveles delictivos, que se equiparan con los de 2019 y que podrían escalar en función de la crisis social y económica provocada por la pandemia.

En la reunión que mantuvieron en La Plata la semana pasada, y en medio de otro cortocircuito entre la ministra Sabrina Frederic y Berni, Provincia y Nación basaron el plan de acción en el último informe de la Procuración General bonaerense, único registro estadístico de inseguridad que existe en Buenos Aires.

Según ese trabajo elaborado por el área a cargo de Julio Conte Grand, que se basa en las denuncias efectivas, si bien hubo una reducción en los distintos tipos de delitos, la tendencia muestra una acortamiento en la brecha respecto de la situación de “normalidad”.

Siempre de acuerdo con los datos oficiales, los primeros 11 días de cuarentena, las Investigaciones Penales Preparatorias (IPP) cayeron 47% en comparación con las iniciadas en el mismo período de 2019. Luego, en abril, la cantidad de IPP desaceleró un 30%; mientras que en mayo se redujeron en un 11%.

En tanto, en los primeros 25 días de junio, cuando el endurecimiento de la cuarentena profundizó aún más las dificultades socioeconómicas, los índices de inseguridad en Buenos Aires crecieron casi al mismo ritmo que los contagios de coronavirus. Para entonces, las denuncias cayeron apenas un tres por ciento en comparación con el mismo mes del año pasado, una tendencia que según la apreciación de los técnicos del organismo dependiente de la Suprema Corte pone en evidencia un escenario de claro recrudecimiento de los hechos violentos.

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