Un jugador de los Kansas City Wizards, Kei Kamara, tenía ante sí el gol más fácil de su carrera pero no pudo empujar la pelota con las piernas y ésta entró al arco después de pegar en su mano. El árbitro no tuvo otra opción que anular la jugada.
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El partido enfrentaba al equipo de Kamara, los Kansas City Wizards contra Los Angeles Galaxy. En el momento de la anulación del gol, el encuentro marchaba 0-0, por lo que el tanto era clave para el equipo de Kamara.
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