Para explicar lo ocurrido, hubo quien ayer afirmaba que las acciones habían caído golpeadas por el incremento inesperado de personas solicitando el seguro de desempleo y la bajada de pulgar de los analistas del Banc of America a AMD e Intel. Esto merece al menos un par de apreciaciones. En primer lugar, ¿realmente cayeron las acciones? Porque si bien es cierto que el NASDAQ retrocedió 0,42%, el Promedio Industrial apenas cedió 0,08% quedando en 10.173,41 puntos, mientras el NASDAQ ganó un ínfimo 0,01%. El asunto no es tanto lo escueto de la variación de los tres principales índices bursátiles (que se mantuvieron con muy pocos cambios a lo largo de toda la rueda), sino que apenas se alcanzaron a realizar negocios con 1.023 millones de papeles en el NYSE y tan sólo 170 millones más en el NASDAQ por lo que acabamos de marcar un nuevo mínimo operativo para lo que va del año. Casi como agregando una ofensa al insulto, al marcado paso al costado típico de la última semana veraniega del año (estamos en el Hemisferio Norte) debemos sumar ahora el descalabro que está causando la Convención Republicana y todas las medidas de seguridad que la rodean, alejando aun más a los pocos inversores y operadores que permanecían en Nueva York (pero es que la reunión arranca la semana próxima). Hoy le toca hablar una vez más al "capo" de la Fed, quien seguramente debe estar contento de que se marcara en la víspera la quinta rueda consecutiva de baja en el precio del petróleo. No es que en este escenario sus palabras vayan a ser importantes, pero con tan poco para hacer, seguramente que habrá más tiempo para analizarlo.
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