Brasilia (EFE) - Brasil mandó ayer un mensaje de calma a los mercados, al anunciar unas medidas económicas que incluyen el auxilio de unos 10.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI), para contrarrestar la pérdida de confianza de los inversores ante las elecciones presidenciales de octubre. Las nuevas medidas fueron bien recibidas por los mercados y, en una primera reacción, el precio del dólar caía 3%, el riesgo-país bajaba hasta 1.206 puntos (-8%) y la Bolsa de San Pablo opera-ba casi sin variaciones. El dólar cerró en 2,707 reales, bajó 2,38% mientras que el índice Bovespa bajó 1,41%. Además, ayer el Banco Mundial anunció la aprobación de tres préstamos por 1.010 millones de dólares para respaldar los sectores de la educación, energía y sistema financiero. Funcionarios del Banco dijeron que «esto era un reconocimiento al sólido historial de avances logrados por el gobierno brasileño en los tres sectores, así como a su eficiente gestión de las crisis internas y externas del año pasado».
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El ministro de Hacienda, Pedro Malan, y el presidente del Banco Central, Arminio Fraga, anunciaron las medidas en una rueda de prensa en la que destacaron que las recientes turbulencias, que hicieron disparar el precio del dólar y el índice de riesgo-país, son algo «transitorio» y que Brasil ha superado crisis peores.
«Tengo confianza en que podremos revertir ese cuadro y lidiar con la ansiedad de algunos sectores del mercado», manifestó Malan, quien subrayó una vez más que «la solidez de los fundamentos de la economía brasileña es más fuerte que las turbulencias del presente».
Las principales medidas de contingencia son la retirada de unos 10.000 millones de dólares de un préstamo de 15.000 millones de dólares concedido el año pasado por el FMI y un aumento en la meta del superávit primario del sector público prevista para este año, que pasará de 3,5 a 3,75 por ciento del PIB.
•Reservas
Con el préstamo, Brasil pretende reforzar sus reservas para hacer frente a la volatilidad del mercado cambiario, mientras que la ampliación del ajuste fiscal busca evitar que siga creciendo la deuda brasileña, que equivale a 56 por ciento del
PIB, lo que preocupa a los inversores en títulos. Igualmente, Malan y Fraga anunciaron que el gobierno reducirá de 20.000 a 15.000 millones de dólares el nivel mínimo de las reservas líquidas del país, y destinará 3.000 millones de dólares a la recompra de títulos de la deuda exterior brasileña con vencimiento en 2003 y 2004. «Con esa recompra daremos una contribución a la normalización del mercado. No existe uso más noble de las reservas que ése», dijo Fraga sobre las precauciones de los inversores a la hora de comprar papeles de la deuda brasileña, por el temor a que el país no pueda honrar sus compromisos financieros.
«El calmante dado a los mercados está surtiendo efecto. Con esas medidas debe haber más tranquilidad en los negocios», dijo el analista Miguel Daud, de Global Financial Adviser.
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