Esconde también el BCRA datos clave de Economía
Martín Redrado debía haber dado a conocer el martes un informe trimestral con detalles del ingreso y egreso de capitales. No lo hizo ni lo haría en el corto plazo. No es casualidad, sino que las circunstancias electorales así lo imponen. Hubiera mostrado la pérdida de u$s 2.000 millones en reservas, además de la fuerte fuga de capitales que se da por primera vez desde la crisis de 2001. El titular del Central ingresa así en el club de Guillermo Moreno. Paradoja del mercado: hace sólo cuatro meses, Redrado presionaba a los bancos para que compren divisas porque no tenía forma de mantener al dólar por encima de los 3 pesos.
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Esta postergación, ni informada oportunamente ni aclarada oficialmente, ha generado una mayor incertidumbre en el mercado local, que potencia el temor sobre la evolución del stock de reservas que al día de ayer, según el BCRA, habían caído a u$s 42.588 millones (el mismo nivel de mediados de junio pasado).
Indudablemente, el informe del MULC del tercer trimestre será esclarecedor de lo acontecido con las reservas y en particular con la demanda de dólares del sector privado.
En los dos últimos reportes del año, la variación de las reservas fue positiva en u$s 4.600 millones y u$s 6.350 millones en el primer y segundo trimestre del año, respectivamente.
Claro que parte de lo ganado en dichos períodos se lo llevó la crisis financiera internacional que se desató en julio pasado. A esto se sumó, en los últimos meses, la incertidumbre preelectoral que se ha traducido en una alta demanda de divisas de parte de particulares y empresas, así como también de los bancos, sobre todo extranjeros.
Ello se observa claramente en la evolución de las compras netas diarias de divisas por parte del BCRA que desde julio se empinaron a la baja y desde agosto comenzaron a ser negativas, lo que generó pérdidas de reservas.
A días de las elecciones, el gobierno no quiere incomodarse con datos negativos de las reservas y recurriendo al estilo Moreno-INDEC, difiere la difusión del informe MULC, ya que se descarta que los técnicos del BCRA acepten maquillar los datos, como ocurre con los de la inflación y producción.
Un conspicuo silencio de radio se apoderó de la cúpula del BCRA, y la decisión del organismo dirigido por Martín Redrado sería «cajonear» el informe para después de las elecciones. Otra marcha más en momentos en que los institutos de estadísticas y varias áreas del gobierno están sospechadas de manipular los datos socioeconómicos.
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