18 de agosto 2006 - 00:00

Previsible: menos autos pasan ahora a utilizar GNC

El gráfico muestra que el consumo de GNC comienza a desacelerar su crecimiento, luego de las cifras récord de 2003. No obstante, en 2005 el consumo ya estaba 40% por encima del objetivo a diez años de la Secretaría de Energía en 1994.
El gráfico muestra que el consumo de GNC comienza a desacelerar su crecimiento, luego de las cifras récord de 2003. No obstante, en 2005 el consumo ya estaba 40% por encima del objetivo a diez años de la Secretaría de Energía en 1994.
El consumo de GNC, que alcanzó la mayor tasa de crecimiento durante 2003, se desaceleró en los años siguientes y en 2005 llegó a crecer mucho menos que el de los combustibles líquidos.

Influyó en esta situación la creencia del público de que el producto se encarecería y, en consecuencia, no daría plazo para amortizar la conversión del vehículo, y el temor a realizar la inversión y luego enfrentarse a días de falta de suministro.

Analistas estiman que, además, el mercado del GNC puede haber tocado un techo en relación con las características sociales y económicas de los consumidores, mientras los que se incorporan al mercado automotor o cambian de unidad pertenecen a sectores de poder adquisitivo más alto.

La fiebre del GNC se produjo sobre todo después de la devaluación porque en 2002 y 2003 el precio del gas y el del GNC se mantuvieron congelados, mientras naftas y gasoil subieron por el efecto combinado de la devaluación y el aumento del precio internacional del petróleo.

  • Récord

    Según datos del Enargas (Ente Nacional Regulador del Gas), en 2002 se convirtieron a GNC 123.916 vehículos; en 2003, 285.252; en 2004, 183.287; y en 2005, 111.110, siendo esta última cifra de incremento la menor de toda la primera década de 2000.

    Si se considera el GNC en toneladas equivalentes de petróleo (TEP), el aumento de las ventas al mercado interno también tuvo un récord de crecimiento en 2003, cuando se utilizaron 285.252 TEP más que en el año anterior, lo que significó un incremento de 29%. En 2004, la demanda subió 15,6% y, en 2005, sólo 3,77%.

    La instalación de estaciones corrió pareja con el consumo siendo 2004 el año de mayor expansión de las bocas de expendio. A esto también contribuyó que en febrero de ese año se conocieron normas que acotaron la instalación de nuevas plantas, sometiéndolas a restricciones, de modo que hubo apuro de los inversores para terminar las obras durante ese año, al final del cual se hicieron vigentes las disposiciones sobre el ingreso de expendedores al mercado de GNC.

    Los decretos 180 y 181 que marcaron un cambio en el negocio gasífero establecieron:

  • Las estaciones de GNC tendrían contratos de provisión ininterrupible o interrumpible, a elección del expendedor. Al igual que las industrias, los que suscriben interrumpible pagan tarifa más baja, pero durante los días de más frío del invierno (estimados en 25 o 30) no tienen producto.

  • Muy pocas de las estaciones existentes optaron por el servicio interrumpible. Pero esa modalidad fue obligatoria a partir de 2005 para todas lasestaciones nuevas.

    Se estima que alrededor de un centenar de bocas se encuentranen la última situación sobre un total de 1.457 estaciones en todo el país. Las interrumpibles se ubican sobre todo en el área norte y oeste del Gran Buenos Aires y en Mar del Plata.

    La Argentina es el primer país del mundo en desarrollo del GNC. En la actualidad, hay un proyecto para probar la utilización en el transporte de pasajeros y de carga, aunque la mayor dificultad continúa siendo la escasa autonomía que pueden tener esos vehículos debido a los problemas para fabricar y transportar tubos grandes. También se planea llevar la industria del GNC a Bolivia para que ese país pueda aprovechar mejor las reservas de gas que posee.

    El desarrollo del producto comenzó en la década del 80 en nuestro país y hoy están reconvertidos más de 1.400.000 unidades, equivalentes a 10% del parque automotor argentino.

    No obstante, las estaciones de servicio están concentradas en Capital Federal y en el Gran Buenos Aires con 40% de las bocas, seguidas por provincia de Buenos Aires con 17%, Córdoba con 12%, Santa Fe y Mendoza 7%, respectivamente, y Tucumán 4%, mientras 13% se reparte en el resto.

    Esto permite presumir que si hubiera más gas disponible todavía queda la posibilidad de que la industria se desarrolle en el resto del país. Pero un dato a considerar es que en 2005, cuando la reactivación económica comienza a sentirse en los ingresos de la población, se recupera más de 7% el consumo de naftas, y similar porcentaje la demanda de gasoil que históricamente sigue la evolución del PBI.
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