Provincias: tardarían 15 años para terminar de pagar deuda
El peso de la deuda acompañará durante una década y media más a los gobernadores. Con el esquema que fijó Nación para saldar sus deudas, las provincias tardarán en promedio 15 años antes de pagar el último centavo, según se desprende de la proyección realizada por un estudio privado. En algunos casos será peor: a Río Negro le demandaría 27 años terminar de cancelar los $ 1.298 millones que tiene de mora; Formosa necesitará 23 años para pagar sus $ 1.465 millones y Buenos Aires, 22 años para cubrir sus $ 10.919 millones. El dato surge de evaluar los montos adeudados respecto del tope, que puso Economía de 15% a la retención de la coparticipación.
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La dificultad más seria del canje surgió con la decisión de Eduardo Duhalde de devaluar el peso, lo que dejó en suspenso la fase 2 del canje destinada a los acreedores extranjeros.
En febrero de 2002, cuando aún no había concluido la primera etapa de la maniobra financiera, los gobernadores pusieron sus propios pescuezos en el yugo. Ante el nuevo escenario cambiario y fiscal, las provincias firmaron un pacto federal con nuevas condiciones para la reestructuración de la deuda pública provincial que ahora endeuda a las provincias con Nación si bien patea los compromisos para más adelante.
La reestructuración se llevará a cabo mediante el canje de la deuda provincial por un título público emitido por Nación, a 16 años con tres de gracia, una tasa de interés de hasta 4% nominal anual, previa pesificación de las deudas al tipo de cambio 1 dólar = 1,4 peso. El capital será actualizado mediante la aplicación del Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER).
Pero hay un detalle del que se lamentarán seguramente los futuros gobernadores de provincias: los servicios de capital e intereses serán atendidos por cada jurisdicción mediante la cesión de la coparticipación que el gobierno de Duhalde se comprometió a mantener por debajo de 15% de dichos envíos nacionales. La clave, sin embargo, estará en que en aquellas jurisdicciones donde las obligaciones excedan el límite de 15% de la coparticipación, Nación se hará cargo en forma de préstamo a la provincia, la que, a su vez, deberá reembolsarlo a la administración central una vez transcurrido los 16 años previstos en la refinanciación.
A partir de aquí la consultora de Frigerio expone dos escenarios posibles:
•Escenario 1 (sin inflación, los niveles de coparticipación se mantienen): los servicios que generan las deudas en su conjunto durante 2002, 2003 y 2004, no absorberían más de 15% de la coparticipación. Sin embargo, a partir de 2005, cuando los servicios de capital del bono impactan plenamente en el ejercicio fiscal, 15% de los recursos alcanzaría sólo a cubrir unos 1.600 millones y, por tanto, Nación deberá asumir los montos restantes de los servicios, que para todo el período de análisis representarían unos 14.000 millones. Como resultado, al cabo de los 16 años, las provincias habrían gastado unos 25.000 millones para atender el pago de las deudas reprogramadas y, hacia el año 2017, tendrían una deuda con Nación de 14.000 millones.
•Escenario 2 (sin inflación): las provincias habrían pagado 34.000 millones al cabo de los 16 años y quedado endeudadas con Nación por 32.000 millones, monto superior al stock reprogramado en la actualidad.
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