Acusan al alcalde de Río de usar el Estado a favor de la Iglesia Universal

La prensa local reveló que el funcionario brasileño realizó una reunión con 250 pastores a quienes prometió que “aprovechará” su cargo para aumentar su influencia. La oposición promovió un “impeachment” sin éxito.

Escándalo. Desde su asunción como alcalde en 2017, Marcelo Crivella ha protagonizado varios escándalos. Recientemente ordenó un “censo religioso” entre algunos empleados públicos.

Río de Janeiro - La Procuraduría acusó al alcalde de Río de Janeiro, el evangélico Marcelo Crivella, de poner las escuelas públicas al servicio de las estrategias de adoctrinamiento de la Iglesia Universal del Reino de Dios, lo cual motivó un pedido de impeachment que horas más tarde fracasó.

El Ministerio Público del estado de Río de Janeiro denunció a Crivella de "utilizar la máquina pública para la defensa de sus intereses personales y de su grupo religioso".

En su fundamentación el Ministerio cita la realización de actividades de la Iglesia Universal en las escuelas públicas de Río, la segunda ciudad más poblada del país, con 6,5 millones de habitantes. Además se cita que desde su llegada a la Alcaldía, en enero de 2017, Crivella ordenó la realización de "censos religiosos" en algunas reparticiones públicas como la Guardia Municipal. Y la realización de un ciclo de Cine Cristiano, con producciones de corte neopentecostal, en el complejo municipal Ciudad de las Artes.

Se cita asimismo una reunión privada, no mencionada en la agenda oficial, del alcalde con pastores en la que se habló de facilitar turnos para operaciones de cataratas y otros servicios de salud a los fieles de esa filiación religiosa.

"Tenemos que aprovechar que Dios nos dio la oportunidad de estar en la alcaldía. Vamos a aprovechar este tiempo que estamos en la alcaldía para arreglar nuestras iglesias", dijo Crivella, según esas grabaciones. En el evento estaba el precandidato a diputado federal de su partido Rubens Teixeira, algo que concejales de izquierda consideran que fue un acto de campaña antes de tiempo y, por tanto, un crimen electoral que pidieron que investigue la fiscalía.

El movimiento neopentecostal ha mostrado un crecimiento acelerado desde fines de los años 90 y en la actualidad tiene la adhesión de cerca del 25% de los 207 millones de brasileños.

Uno de los puntales para la expansión de esa corriente religiosa fue su eficaz estrategia de evangelización a través de los medios masivos.

El más exitoso de los pastores electrónicos es el obispo Edir Macedo, dueño de la Iglesia Universal del Reino de Dios, un imperio que cuenta con la segunda cadena televisiva de Brasil. Esa red mediática tiene filiales en varios países de América Latina y Africa, a donde el exsenador Crivella fue enviado como predicador y cantante gospel que vendió millones de placas en Brasil y otros países.

La actitud conservadora de Crivella es conocida en Río de Janeiro principalmente por su animosidad ante los desfiles de carnaval, a los que evita asistir, y a toda manifestación cultural que él considera pagana o inmoral. Crivella prohibió el año pasado la muestra pictórica Queermuseu, en algunas de cuyas obras había desnudos, por considerarla una incitación a la "pedofilia". Esa muestra levantó la ira del influyente bloque de congresistas neopentecostales en el Congreso nacional y del pre-candidato presidencial Jair Bolsonaro, también próximo a los evangélicos.

La reciente reunión secreta del alcalde Crivella con un grupo de pastores en Río también fue citada por el Ministerio Público en su denuncia ante la Justicia. En ese encuentro, del cual tuvo la primicia esta semana el diario O Globo, el alcalde sostuvo que le cabe a los evangélicos llevar adelante un trabajo de depuración política y salvación nacional.

Ese hecho desató una serie de protestas como la que ocurrió el miércoles, cuando un grupo de personas intento invadir el palacio de la Alcaldía y la de ayer realizada frente a la Asamblea Municipal.

Pese al malestar, la Cámara Municipal de Rio de Janeiro rechazó en una sesión extraordinaria un pedido de impeachment contra el alcalde. En la sesión, 29 concejales votaron en contra de la solicitud y 16 a favor, en un procedimiento que requería una mayoría simple para dar curso o archivar el caso. Una segunda solicitud de destitución también fue rechazada por basarse en argumentos similares. Antes de la votación, el Tribunal de Cuentas de la Unión dio un plazo de 30 días al alcalde para presentar informaciones adicionales de las cuentas públicas del año pasado, luego de que el análisis de las mismas revelaron un déficit de 1.600 millones de reales (USD 410 millones).

Agencias ANSA y AFP