11 de marzo 2011 - 00:00

Asaltan a exfutbolista y se llevan su auto

El exfutbolista Hugo «Perico» Pérez fue asaltado por dos delincuentes armados que lo interceptaron en la puerta de su casa de Avellaneda y le robaron dinero y el auto.

Pérez recordó que sufrió varios asaltos en los últimos tres años y se mostró indignado: «Creo que hay que tomar esto como una emergencia nacional, emergencia provincial, como la emergencia que es», dijo. El hecho, según relató el exjugador, sucedió el miércoles a la noche cuando regresaba en su auto a su casa de la localidad de Piñeyro, Avellaneda.

«Cuando me acerco al portón veo la situación, la vi, por vivir en este barrio, porque cuando ponés el GPS dice zona peligrosa, entonces vi a mi mujer abrir el portón y frené y apagué las luces para que no entraran a mi casa», recordó «Perico» Pérez.

Según el exfutbolista, no bien vio el auto con los sospechosos le hizo luces a su esposa, luego las apagó y detuvo la marcha, con el fin de que los delincuentes no asociaran que él iba a esa casa y así evitar que entraran y asaltaran a su esposa y sus tres hijos, de entre 2 y 6 años.

«Le doy tiempo a mi señora para que baje el portón y me entrego yo para que me asalten a mí. Era un auto (Renault) Clio oscuro y bajan dos masculinos -de 18 y 22 años, describió- con pistolas; uno me pone la pistola en la cabeza desde el vidrio, abro la puerta despacio y me dicen: `Dame todo que te mato, que te voy a pegar un tiro», recordó Pérez.

La víctima dijo que los ladrones se apoderaron de su dinero, sus documentos y su auto, tras lo cual escaparon, aunque hasta ese momento no sabía cómo podía terminar la situación. «Realmente estoy harto», expresó el exjugador, quien recordó que en los últimos tres años fue víctima de varios asaltos a mano armada, en uno de los cuales fue incluso privado de la libertad.

«Me preguntan por qué no me mudo, pero acá están mis raíces, acá, en Lanús y Avellaneda, está mi vida; no me quiero dejar ganar por gente que se equivoca», expresó. «Yo ya no sé qué hacer; en ese minuto te entregás sin hacer nada, pero ves después en los noticieros que alguien se entregó y le pegaron un tiro igual; no quiero vivir así, esto es lamentable», agregó.

«Uno, por experiencia, trata de no mirarlos a la cara porque a lo mejor de la nada te pegan un tiro y hasta que no te alejás 2 o 3 metros no sabés cómo termina la historia». «Antes yo venía de bailar caminando entre las fábricas de Valentín Alsina y Avellaneda y no pasaba nada; hoy tenés que abrir el portón y dar cinco vueltas a la manzana. Ayer (por el miércoles) no hice la rutina y pasé un momento realmente malo», concluyó.

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