10 de diciembre 2009 - 00:00

Banfield sufrió, pero terminó festejando

Víctor López salta de alegría para festejar su gol, mientras Barraza trata de abrazarlo; Néstor Ayala se lamenta. El Apertura se define el domingo.
Víctor López salta de alegría para festejar su gol, mientras Barraza trata de abrazarlo; Néstor Ayala se lamenta. El Apertura se define el domingo.
Le costó mucho. Mucho más de lo que a priori se podía esperar de un partido entre el primero y el último. Dos equipos que están separados por 33 puntos, pero que en la cancha apenas se notó.

Banfield salió a atacar desde el primer minuto y Tigre a defenderse desde el mismo pitazo de Rafael Furchi (que hizo un muy buen arbitraje, en un partido muy difícil).

Diego Cagna puso dos líneas de tres, una muy cerca de la otra y dos carrileros con la función de tapar las subidas de volantes y laterales, ya que ni San Román ni Leone intentaron atacar y desbordar por los costados.

Con estos dos esquemas el partido se jugó prácticamente los 90 minutos en el campo de Tigre y muchos minutos dentro del área de Daniel Islas.

Tigre fue ordenado para defender, supo cerrar espacios y mantuvo la concentración los 90 minutos. Banfield ganó por insistente, tuvo una moral inalterable que lo hizo seguir buscando el gol, a pesar de que se le negaba una y mil veces y al final lo consiguió con un gran cabezazo a un ángulo de Víctor López, que le ganó en el salto a Castaño y que Islas pudo apenas acariciar, sin poder desviar la pelota.

Ahora está a 90 minutos de la gloria.

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