29 de septiembre 2017 - 00:00

Cataluña intenta el “voto imposible” el domingo y abre una etapa peligrosa

Advierten de posibles hechos de violencia en el referendo. Los escenarios que se abren están plenos de incertidumbre. Desde una secesión unilateral hasta el intento de iniciar un proceso negociado.

una sociedad movilizada. Estudiantes independentistas catalanes protagonizaron ayer su mayor manifestación desde el inicio de la crisis con el Gobierno central de Madrid.
una sociedad movilizada. Estudiantes independentistas catalanes protagonizaron ayer su mayor manifestación desde el inicio de la crisis con el Gobierno central de Madrid.
Madrid - Apenas dos días antes del referendo de independencia previsto en Cataluña, rechazado por Madrid y formalmente suspendido por el Tribunal Constitucional (TC), la incertidumbre es máxima en cuanto a qué sucederá después del domingo.

La justicia española y el Gobierno de Mariano Rajoy consideran inconstitucional la consulta, pero el Ejecutivo separatista de Carles Puigdemont está decidido a celebrarla contra viento y marea y critica la "represión" de Madrid.

Todos en cualquier caso coinciden en que la crisis catalana no terminará el 1 de octubre y barajan varios escenarios posibles para el día posterior.

Por ahora, el referéndum no reviste ningún carácter vinculante, ya que el TC lo declaró ilegal y, junto con el Gobierno español, activó casi todas las herramientas de que dispone para impedirlo.

En las últimas semanas, la policía interceptó millones de boletas, y catorce altos funcionarios catalanes fueron detenidos y luego puestos en libertad con cargos.

La junta electoral creada para la ocasión dimitió bajo instrucciones del Ejecutivo regional, y Rajoy envió a unos 10.000 agentes policiales a modo de refuerzo para impedir el funcionamiento de colegios electorales el domingo.

Pese a ello, Raül Romeva, consejero regional de Exteriores, insiste en que la consulta tendrá lugar. "Las boletas se pueden volver a imprimir tantas veces como haga falta, el padrón lo tenemos, las urnas están, los colegios electorales estarán", dijo.

El escenario más probable es que la votación se produzca de forma desordenada.

"Se intentará organizar un simulacro de votación, ya veremos con qué seguimiento y con qué capacidades", afirmó Miquel Iceta, líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) catalán, que se opone al referéndum.

La policía regional catalana, los Mossos d'Esquadra, advirtió sobre "el riesgo" de desórdenes públicos si cumple la orden judicial de precintar los colegios electorales, y vigilarlos para que nadie vote allí. ¿Cumplirán en un escenario tenso con la orden de impedir la votación?

Si los catalanes logran votar de una forma o de otra, es de presumir que gane el "Sí", ya que los del "No" se quedarán en casa. Los separatistas se agarrarán a esto pero, ¿con qué resultado?

La primera opción, según Gabriel Colomé, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Autónoma de Barcelona, sería optar por no proclamar la independencia rápidamente, tal y como prevé una ley votada en el Parlamento catalán, de mayoría nacionalista. En lugar de eso, los independentistas podrían convocar movilizaciones masivas en toda Cataluña, indicó.

El pequeño sindicato anarquista CGT llamó ya a una huelga general el 3 de octubre, aunque los dos sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, rechazaron de momento esa opción.

En cualquier caso la economía española saldría perjudicada de una huelga en una región como Cataluña, que aporta el 19% del PBI nacional.

Bajo ese escenario, Colomé cree que podría haber una negociación sobre la concesión de más competencias al Gobierno regional y una mejora de la financiación.

Otra opción es que Puigdemont haga una declaración unilateral de independencia, como amenazó al inicio del proceso por el referéndum, a lo que el Ejecutivo de Rajoy debería reaccionar de inmediato.

Enric Millo, delegado del Gobierno central en Cataluña, señaló el martes que la respuestas serán en todos los casos "proporcionadas". En virtud de la legislación vigente, Madrid puede tomar el control de la policía catalana.

Incluso la Fiscalía General del Estado amenazó con detener a Puigdemont, una imagen que daría la vuelta al mundo y serviría a los separatistas para "convertir la lógica de la independencia en la lógica de la defensa de la democracia contra el Estado represor", opinó Rafael Arenas García, profesor de Derecho en la Universidad Autónoma de Barcelona.

Un tercer escenario, señalaron analistas, es que los separatistas no declaren la independencia y disuelvan en algún momento el Parlamento local, teniendo que convocar elecciones anticipadas en Cataluña.

Ese grupo confían en que la tensión de los últimos años les haya hecho ganar apoyos y les dé una mayoría más amplia en la próxima cámara, con la que seguir peleando por la secesión.

Agencia AFP y Ámbito Financiero

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