4 de marzo 2013 - 00:30

CGT oficial pide "congelamientos" hasta fin de año

Antonio Caló
Antonio Caló
El Gobierno deberá extender el congelamiento de precios hasta fin de año si pretende negociaciones salariales moderadas. Fue el mensaje que los dirigentes de la CGT oficialista transmitieron a los funcionarios la semana pasada. La central obrera reunirá esta tarde a los miembros de su denominada «mesa chica» para acordar una estrategia frente a los condicionamientos puestos por el Ejecutivo para las paritarias.

El planteo llegó a oídos del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, máximo responsable de los acuerdos de contención de precios alcanzados con las cadenas de supermercados. En principio, esos entendimientos dejarán de regir el 1 de abril, lo que disparó incertidumbre entre los gremios que deben arrancar con sus negociaciones salariales antes de esa fecha.

El tira y afloja entre sindicatos y Gobierno fue tenso en los últimos días. Como anticipó este diario, frente a la fecha de vencimiento de los acuerdos de precios los gremios del sector ferroviario y la Unión Tranviarios Automotor (UTA, colectiveros) acordaron pedir una suma fija equivalente al 20% para el primer semestre del año, para luego negociar una suba porcentual en función de la evolución de la inflación.

La respuesta estuvo a cargo de Tomada: cuando recibió los borradores de los pedidos de aumento y una vez que consultó con las áreas política y económica del Ejecutivo, los devolvió con una negativa rotunda. El Gobierno no avalará pactos salariales que pudieran ser interpretados como la concreción de más de una paritaria al año.

Acuerdo

De hecho, ante esa avanzada la semana pasada se aceleró el acuerdo en el gremio de Luz y Fuerza, que contempla un aumento del 30% en el lapso de 18 meses, y que durante 2012 representará un 23%. Lo que el pacto alcanzado en ese sector no blanqueó es que el jefe del sindicato, Oscar Lescano, acudirá al atajo de reclamar un adicional de fin de año en caso de constatar una suba de precios por encima de las pautas de su paritaria.

Mientras las centrales disidentes como la CGT de Hugo Moyano y la CTA de Pablo Micheli mantuvieron su aviso de que pedirán aumentos de entre un 25% y un 35% para este año, en la central oficialista liderada por Antonio Caló crece la incertidumbre. Sin ánimo de confrontar con el Gobierno, este jueves habrá un plenario de secretarios generales en el que se pondrán en común los escenarios salariales de cada sector.

La mayoría de los dirigentes admitió estar imposibilitada de aceptar un incremento en ese nivel a no ser que el congelamiento de precios se extienda hasta fin de año. Para ellos, el 25% debería ser el piso de aumentos para 2012, y en lo posible, concretado en una cuota. Excepto en los casos de los sectores con salarios más bajos, el Ejecutivo no dio muestras de aceptar esos términos.

El debate comenzará a zanjarse hoy a las 16 en la sede del sindicato de mecánicos (SMATA). Allí se reunirán los representantes de los sectores mayoritarios de la CGT oficialista: los «gordos», los «independientes» y los exaliados de Moyano capitaneados por Omar Viviani. El taxista, de hecho, anticipó que será de los pocos en aceptar una suba salarial del 20% para este año, aunque se trata de un gremio en el que la tarifa del servicio es más determinante que el ingreso garantizado para el peón.

Del resultado del encuentro de hoy y de las eventuales señales desde el Gobierno dependerá el tono del plenario del jueves.

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