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Corrupción: lo que yace debajo de lo evidente
Adicionalmente, se promulgó la ley de responsabilidad penal empresaria, que facilita la cooperación de las empresas en los casos en que se investigue la corrupción. Las empresas deberán implementar, entre otros recaudos, un "programa de integridad". Similar a la ley del arrepentido, contiene la posibilidad de acuerdo por "colaboración eficaz", por el cual a cambio de la entrega de información útil se puede reducir la pena a la empresa en caso de una causa por corrupción.
Otra ley importantísima para enfrentar la corrupción y recuperar los bienes que han sido adquiridos de manera ilegal es la de extinción de dominio, que se acaba de aprobar en el Senado de la Nación y vuelve a diputados próximamente para su revisión. Implica recobrar los bienes mal habidos por corrupción y reincorporarlos a la esfera de bienes públicos. Particularmente, necesitamos luchar para que esta ley resulte aplicable, también, a los culpables de corrupción que desangraron a este país en los últimos años.
Estas son algunas de las normas que han permitido dar pasos gigantes en contra de un mal endémico que ha erosionado nuestro tejido social a niveles muy profundos.
Economistas de la UADE, basados en una estimación de 10% de coimas, y un sobreprecio de la obra pública del 25%, llegaron a la siguiente conclusión: por cada millón de pesos que se invierte en Argentina, más de 400 mil pesos son para repartir entre los participantes de la red de corrupción. Pero varios analistas sugieren que el latrocinio perpetrado por el crimen organizado entre políticos, empresarios e intermediarios podría llegar al tamaño de un PBI, o sea, alrededor de u$s200.000.000.000 (doscientos mil millones de dólares). No puede haber otro resultado que un Estado debilitado y obligado a tomar medidas antipopulares para tomar envión y encarar con fuerza el presente.
La corrupción impune es causa de involución, desesperanza, frustración permanente, de desconfianza por parte de empresarios que quieren invertir en un país enorme y rico en todo tipo de recursos y, sobre todo, un mensaje de sálvese quien pueda para los argentinos, de habilitación de la supervivencia del más fuerte; un estigma difícil de borrar en el inconsciente colectivo.
Solamente conseguiremos desatar nuestro enorme potencial creando y apoyando normas como las que Cambiemos ha venido incorporando durante este Gobierno, para lograr una administración pública de calidad, responsable, comprometida, sumada a una justicia cercana y transparente, que avive el entusiasmo y el espíritu de sacrificio de todos los argentinos. Para que todos, en fraternidad y en paz, sintamos respeto por nuestra gran nación.
(*) Presidente de la Comisión de Justicia HCDN. Diputado Nacional. UCR - Cambiemos
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