5 de mayo 2009 - 00:00

Crecen rebeldías a la jefatura K

Cristina de Kirchner y Hugo Moyano, ayer, durante un acto compartido en el que la Presidente elogió el acto de la CGT.
Cristina de Kirchner y Hugo Moyano, ayer, durante un acto compartido en el que la Presidente elogió el acto de la CGT.
Unos, como Hugo Moyano, eligen el recurso del elogio: entre halagos, un despliegue de fortaleza que sugiere una intimación. Otros, más brutales, como Luis D'Elía, prefieren ir al choque. La diferencia de método no oculta que tienen un mismo sentido: desafiar a Kirchner.

Hay posiciones intermedias. Hugo Curto rechazó ser candidato testimonial. Lo podría imitar, con matices, otro jerarca del PJ: Raúl Othacehé. Habrá más antes del cierre de listas que opere al próximo sábado a la medianoche. La lógica es idén-tica: rebelarse a las imposiciones.

Coincidentes

Del interior, los tres mayores alcaldes ligados al Gobierno piden lo mismo: Cristian Breitestein de Bahía Blanca, Pablo Bruera de La Plata y Gustavo Pulti de Mar del Plata no quieren inmolarse como candidatos K.

Iban a verse, ayer, con Alberto Pérez, jefe de Gabinete de Daniel Scioli. La cita se pasó para hoy a la mañana y será directamente con el gobernador. Ayer hubo, en tanto, presiones cruzadas para que flexibilicen la posición. Puede ocurrir lo peor.

Hasta ahora, Kirchner fue destrabando esos conflictos. Curto pondrá a su esposa, Othacehé podría hacer lo mismo y el trío rebelde de intendentes del interior aceptaría jugar con la boleta K, sin ser candidato, pero llevando además una boleta espejo.

A su vez, Moyano prometió a los suyos que en la máxima calma irán logrando lo que pidieron -que no son, como prioridad, cargos en las listas ni un ministerio-. Es más: hasta Cristina de Kirchner lo elogió en público.

Ayer, en tanto, Luis D'Elía recibió, tarde, un llamado para verse en las próximas horas con Kirchner.

Hace tiempo, Alberto Fernández -que vivió a los Kirchner desde adentro- le reveló a Daniel Scioli una de las claves del patagónico. «Sólo respeta al que lo enfrenta». La lógica albertista empezó a sumar adeptos a granel.

Moyano por las buenas, D'Elía por las malas, consiguen arrancarle a Kirchner lo que el ex presidente se resiste a dar si no media una señal: uno inundó la 9 de Julio; el otro lo castigó feo y planea una caminata con 15 mil personas, el jueves, por avenida Rivadavia desde Liniers hasta Plaza de Mayo.

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