Crisis en CGT-Caló y posible suspensión

Sumida en la incertidumbre, la CGT oficialista prevé suspender el plenario de secretarios generales que debía llevar a cabo mañana. La posible postergación de ese encuentro surgió por renovadas contradicciones entre los grupos que integran la central obrera que encabeza Antonio Caló, y también por la persistencia del Gobierno en no atender los reclamos del sector, comunes a los de las otras organizaciones sindicales.

La puja interna en la agrupación más cercana al Ejecutivo se agravó por la intención de varios dirigentes de promover un encuentro con sus pares de la CGT opositora, de Hugo Moyano, y la versión Azul y Blanca, de Luis Barrionuevo. Ya la semana pasada había malestar entre los oficialistas por haber trascendido parte de un documento que debía ser discutido en el plenario de secretarios generales y que contenía críticas al Gobierno por la falta de adecuación del Impuesto a las Ganancias y las presiones en torno de las paritarias, entre otros puntos.

El cónclave debió hacerse el jueves pasado, pero se suspendió a raíz de la muerte del líder venezolano Hugo Chávez. Varios dirigentes de la CGT oficialista partieron al país caribeño junto a Cristina de Kirchner para participar de los funerales. El propósito inicial era concretar el plenario este jueves, pero hasta anoche eran más los gremialistas que ya lo daban por suspendido que quienes preferían mantener el suspenso.

El malestar en la central creció este año a medida que pasaba el tiempo sin señales concretas por parte del Ejecutivo. La filtración del documento crítico complicó la situación interna y ayer terminó de asentarse la desconfianza con la posibilidad de un encuentro entre dirigentes de las tres CGT. Moyano minimizó esa chance y volvió a cuestionar a la "CGT Balcarce" por no haber obtenido respuestas del Gobierno. Sin embargo, en su central obrera otros dirigentes mantuvieron conversaciones con los otros sectores con vistas a una posible reunión la semana próxima.