27 de enero 2014 - 00:00

Cristina-Dilma en Cuba con el dólar en la mira

Dilma Rousseff y Cristina de Kirchner ayer en La Habana en un encuentro bilateral en la previa de las deliberaciones de la CELAC. En el medio, el entrerriano Sergio Urribarri ofició de testigo.
Dilma Rousseff y Cristina de Kirchner ayer en La Habana en un encuentro bilateral en la previa de las deliberaciones de la CELAC. En el medio, el entrerriano Sergio Urribarri ofició de testigo.
Lejos pero cerca. Así se mantuvo ayer Cristina de Kirchner desde Cuba con relación a todas las reuniones que se daban en Buenos Aires para preparar el primer día, hoy, después de las medidas anunciadas el viernes pasado para flexibilizar el cepo y permitir, en la variante que se termine explicando, la compra de billetes para atesoramiento. La Presidente pasó toda la mañana en comunicación con Buenos Aires y parte del equipo que la acompaña siguiendo no sólo el armado de las medidas complementarias que se conocerán hoy sino también las explicaciones que durante el día fueron dando sus ministros a los medios.

El centro de la actividad oficial de ayer en La Habana estaba en la reunión que por la tarde mantuvo con Dilma Rousseff, en la que las trabas comerciales y la situación del dólar, con una devaluación que juega a favor de la competitividad argentina y complica a las empresas brasileñas, aparecían como temas obvios de una agenda no escrita. De hecho, Rousseff había hablado sobre la crisis de la Argentina en la rueda de prensa que había dado en Davos al final de su presentación en ese foro económico.

Allí había dicho sobre la devaluación del peso: "No va a tener consecuencias significativas para Brasil", pero reconoció que seguía la situación "atenta, muy atenta".

En el encuentro, aunque en público no se lo explicó así, el dólar también sobrevoló la agenda.

Se informó que hablaron largamente sobre la preocupación por los "movimientos especulativos sobre los países emergentes", una protesta continua de la Argentina en esas reuniones. La agencia oficial Télam también relató que la brasileña saludó a Cristina de Kirchner con un "realmente te veo muy bien".

El encuentro se dio en la previa a la cumbre de la CELAC, que recién comenzará oficialmente mañana, y Cristina de Kirchner ingresó a la reunión en el hotel Meliá, donde se aloja Rousseff, acompañada de Héctor Timerman, el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Carlos Bianco; el embajador en Brasil, Luis Kreckler, y el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro. La brasileña estuvo acompañada de su canciller, Luis Alberto Figueredo; el ministro de Industria, Luiz Pimentel; la encargada de Comunicación Social, Helena Chagas; y el asesor presidencial, Marco Aurelio García.

Urribarri actuó luego como vocero de ese encuentro aplicando el protocolo con el que normalmente se relatan esos encuentros: "Tuve el enorme honor de acompañar a la Presidenta en una amigable reunión con su par Dilma Rousseff. Se abordaron los temas de la agenda bilateral de nuestros países, pero lo más importante es la ratificación de la pertenencia de ambas a un proyecto de integración, del que se ha hecho mucho pero que aún afronta enormes desafíos", dijo.

La primer actividad oficial de Cristina de Kirchner, en estos tres días que se tomó en Cuba antes de comenzar las sesiones de la CELAC, fue un almuerzo ayer con Fidel Castro y su hermano Raúl, del que no hubo anticipación alguna, pero era obvio que podría realizarse: "Me invitó a almorzar Fidel", dijo ayer la propia Presidente para justificar su salida del Hotel Nacional, donde se había recluido desde su llegada ocupando dos habitaciones, una para ella y otra para su hija. Al convite con Castro partió junto a Florencia Kirchner y el vocero Scoccimarro a las 12:40 hora de La Habana (14:40 hora argentina) y regresó a las 14.40, cuando por todo concepto resumió sobre el almuerzo: "Muy rica la comida".

El primer día de la agenda de los jefes de Estado es el 28 a las 9.00 con la sesión inaugural en el Pabexpo y finaliza tras una jornada de deliberaciones con una presentación artística y una cena ofrecida por Raúl Castro. El miércoles, en tanto, tendrá lugar una segunda sesión plenaria, que cerrará con el traspaso de la presidencia pro témpore a Costa Rica, en un acto previsto a las 14.30.

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