1 de julio 2014 - 00:47

Cristina madrina: giras y shows con candidatos del peronismo K

• SEMANA HIPERPOLÍTICA PARA LA PRESIDENTE, QUE SE MUESTRA CON CUATRO DE LOS ANOTADOS PARA SUCEDERLA EN 2015

Juan Manuel Urtubey, Sergio Urribarri, Eduardo Fellner y Horacio Cartes.
Juan Manuel Urtubey, Sergio Urribarri, Eduardo Fellner y Horacio Cartes.
 El planeta K espera un movimiento de Cristina de Kirchner. Están los que creen que en el momento indicado bendecirá a un candidato como su personalísimo delfín y los que suponen que transitará, hasta el final, sobrevolando la interna del FpV sin tomar abiertamente partido por ninguno de los múltiples postulantes K, que ya suman ocho, que se anotan para sucederla.

Como si esperara que julio sea un mes más amable que junio -que anudó el estallido judicial con la causa de Amado Boudou y el episodio de los fondos buitre-, la Presidente tendrá una semana marcada por una hiperexposición junto a una ristra postulantes del peronismo K.

Adivinos

Sin palabras directas, el kirchnerismo se entrega al juego de interpretar movimientos y gestos de la Presidente para evaluar sus decisiones, casi un oficio de adivinos porque, en general, se cuentan en un puñado mínimo los dirigentes que acceden directamente al diálogo con Cristina de Kirchner.

Esta semana, además de haber compartido un acto oficial por la ampliación de la General Paz con Daniel Scioli (figura del peronismo alineada con Olivos que registra los mejores índices en las encuestas), la Presidente se mostrará, como parte de una agenda que incluye un show cada 10 o 15 días, con el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, la figura que en sectores del kirchnerismo se recorta como el retador con más chances de pararse frente a Scioli.

Randazzo sigue con su hoja de ruta de asuntos vinculados al transporte, en particular los trenes, y mañana estará en el puerto junto a la Presidente para recibir vagones nuevos comprados a China para renovar el material rodante, tal reza la terminología del rubro.

Sin preferencias

Hasta ahora, la Presidente no mostró preferencias explícitas. Las tuvo, allá al despuntar 2011, con su vice, Amado Boudou, al que sentó en todas las mesas políticas y puso, entre otras cuestiones, al frente de avanzadas políticas como la que en Mar del Plata planteó la idea de reformar la Constitución para intentar habilitar un tercer mandato de la Presidente. Al margen de esa aventura fallida, Boudou fue asumido por el armado -en especial los militantes- como el posible continuador, hipótesis que empezó a tropezar cuando estalló el caso Ciccone.

Un ultra-K que suele "adivinar" las reacciones de la Presidente acostumbra decir que Cristina de Kirchner tiene un "delfín", pero que no lo dirá por ahora para evitar que, como ocurrió con Boudou, eso lo exponga y el arsenal anti-K se enfoque sobre el preferido de la Presidente.

Por lo pronto, de los últimos años de Cristina de Kirchner se pueden determinar simpatías y recelos. Lo más explícito ha sido con Scioli, a quien el kirchnerismo tuvo como puching ball, aunque, en vez de deteriorarlo, no hizo otra cosa que potenciarlo.

Por espasmos, la Presidente también le ha dedicado parrafadas favorables a Sergio Urribarri, el gobernador de Entre Ríos, como cuando en la asamblea legislativa de 2013 se refirió a él como "mi amigo el Pato" mientras nada dijo sobre, por caso, Scioli. El miércoles, luego del acto con Randazzo, la Presidente encabezará una comitiva a Paraguay donde se verá con el presidente Horacio Cartes, a quien devolverá mobiliario que perteneció al caudillo Francisco Solano López, que en el último tiempo fue recuperado por el Gobierno de Entre Ríos.

Sin embargo, en una decisión también poco habitual, la mandataria decidió sumar al grupo de viajeros a buena parte de los gobernadores del noroeste, por lo cual también irá Eduardo Fellner, presidente del PJ y mandamás de Jujuy, y el otro mandatario-candidato, el salteño Juan Manuel Urtubey, quien tiene elecciones a principios de año en su provincia, donde puede competir por la reelección -sería la última que le queda- a la espera de entrar, luego, en la carrera presidencial, aunque para eso, avisó, impulsará un acuerdo con los gobernadores sobre todo del interior del país.

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