22 de agosto 2013 - 00:00

Cupones bursátiles

Hay tantas piezas para, primero intentar darle un valor dentro del conjunto y después, ver cómo encajan dentro del "gran tablero" internacional de lo financiero y bursátil que se avecina: que no es tarea para un inversor, u operador, normal. En especial, porque cada pieza responde a una de las facetas. Y en cada faceta se deben poseer los fundamentos para no dar conclusiones erróneas. Lo inmediato señala al día de hoy, donde se terminará con una especie de "bolsón" de expectativa (más artificial y mediático, que asentado en la realidad).

El que comprende enterarse de "minutas" de la Fed, para descifrar qué sucederá con la siguiente política monetaria. Tema del que están pendientes en Wall Street -y tiene lógica-, pero también en los recintos de Europa que, a falta de cuestiones regionales (salvo las malas), se cuelgan de la expectativa norteamericana.

Los "emergentes", ya con estudios concretos acerca de sufrimientos, por sus relaciones cambiarias con el dólar. Esto mismo, que complica seriamente planes que se habían digitado para combatir otros males, como en Brasil. Y ya ingresando a nuestro propio ambiente nativo, aguardar unos días más a que aparezca la prometida "reglamentación" de la nueva ley sobre mercados. Como para ir matando el tiempo, no pasa semana en que no surja alguna nueva estratagema de los grandes bancos (los que están frenando la regulación en su tierra) que se ubica bajo la lupa de la "SEC".

Lo que están haciendo en China los representantes de enormes entidades es tan viejo como nuevamente efectivo: el ofrecerles cargos en tales bancos, a los herederos de la élite política de China. Para, a través de éstos, ir consiguiendo que les permitan "ganar negocios" con semejante palanca detrás. Y están los de siempre... el JP Morgan, el infaltable Goldman Sachs, también Citigroup, Credit Suisse, entre otros. Se instalaron en China para capturar parientes de los poderosos, la manera más sencilla y directa de correr con ventajas que se inscriben -como debe ser- dentro de la "Ley de Prácticas Corruptas" en el extranjero.

Todo lo que gira en el mundo real, artificial, sobreestimado, o infravaluado se matiza con prácticas tan desleales como las que se han mencionado. Un simple inversor, todavía lo es -seguramente- porque no alcanza a poder discernir sobre tantas variedades y al mismo tiempo. Sólo queda persignarse y esperar.

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