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Diálogos en Wall Street

Periodista: Quedó demostrado que el tiro puede salir para cualquiera de los dos lados. Tengo que darle la razón. No está muerto quien pelea. Y la Bolsa volvió a arremeter con ganas.
Gordon Gekko: Con ganas y con un par de buenas noticias del sector corporativo. Así es más fácil.
P.: Se escribieron ríos de tinta para remarcar el mal comienzo de 2014. Y, de buenas a primeras, con un uno-dos punzante, Wall Street se colocó de nuevo en terreno récord.
G.G.: El S&P 500, sí. Digamos que arañó una nueva cima, pero que le faltó potencia para provocar una ruptura que entierre las discusiones.
P.: Sólo parece cuestión de tiempo.
G.G.: Es lo que le venía explicando las dos últimas semanas.
P.: La temporada de balances va a resultar decisiva. Los números de Bank of America (BofA) hoy (por ayer) fueron claves.
G.G.: Es la manera más genuina de abrirse camino. Que las compañías justifiquen su valuación. El papel trepó el 45% el último año. Ya no está regalado. Las compañías tienen que aportar lo suyo. Caso contrario, con el "tapering" de la Fed en marcha, será muy fácil pincharles el globo.
P.: ¿Piensa que los problemas de los malos créditos de la banca ya son definitivamente historia? Usted apuntó, en esa etapa de pesimismo generalizado que cundió a comienzos de año, que las acciones de los bancos estaban clavando récord tras récord.
G.G.: Los trastornos no terminaron, pero su digestión es mucho menos problemática. La litigiosidad es abrumadora. No cesó ni lo va a hacer pronto. Ya vimos el impacto sumamente adverso en el balance de JP Morgan. Y una de las decisiones del BofA el trimestre pasado fue constituir reservas por 2.300 millones de dólares para afrontar su incidencia. Un año atrás, las provisiones para gastos legales habían sido de sólo 900 millones de dólares.
P.: Continuamente los bancos están arreglando juicios. Y las cifras resultantes no son cambio chico. Pero, ¿reflejan malos créditos de arrastre o malas prácticas y pésima gobernanza?
G.G.: Más lo segundo que lo primero. La calidad de la cartera, en el margen, mejora claramente (ya sea de forma genuina o porque se liquida lo malo y sale del balance). La basura que no deja de aparecer de debajo de las alfombras -y la que eventualmente puede aumentar y no disminuir pari passu con la recuperación económica- está vinculada con muy groseras violaciones de la ley. Tardan más en salir a la luz, pero cuando irrumpen lo que se descubre es que, sistemáticamente, son grandes horrores que se traducen en grandes facturas.
P.: Con todo, los bancos cotizan en su nivel máximo poscrisis. Y el director financiero del BofA no tiene empacho en señalar que el banco aún está lejos de su "verdadero potencial de ganancias".
G.G.: Así es el mercado bull ("alcista"). Usted no necesariamente ignora los problemas, pero no se arredra ante ellos. La rentabilidad flujo de la banca es muy alta (aun después de pagar los platos rotos), y los juicios son un stock (que debería agotarse). Aunque también le digo que la regulación financiera no va a dejar que los bancos exploten su verdadero potencial de ganancias. No, después de lo que significó la catástrofe de Lehman y la amenaza del diluvio universal. A medida que los bancos vayan saliendo a flote, la regulación irá ajustando los tornillos para que los bancos no corran tampoco el "verdadero potencial de sus riesgos".
P.: Está el dilema irresuelto del "too big to fail", del riesgo sistémico que suponen las grandes instituciones.
G.G.: Los grandes bancos de hoy son más grandes que antes de la crisis. En unos años, si todo va bien, serán sensiblemente más pequeños. No lo olvide.
P.: Volvamos a Wall Street. Los bears (pesimistas) tuvieron su momento. No pudieron torcer el rumbo del rally. ¿Regresa la euforia?
G.G.: Una cosa trae la otra. Cerramos 2013 en un pico de algarabía que no se pudo sostener. ¿Ya se limpió el escepticismo? Puede ser. No mire las acciones únicamente. La tasa larga ayuda. Los gestos de la Fed. La moderación del Beige Book. Y estos próximos días, la oleada de balances. Pero el mundo no se agota en Wall Street.
P.: El DAX alemán también consagró nuevos máximos.
G.G.: Dio un zarpazo. Trepó el 2%. La Bolsa europea -medida a través del EuroStoxx 600- hilvanó su cuarta rueda consecutiva en alza y alcanzó su valor más alto desde enero de 2008. Y Europa es el enfermo postrado entre las economías avanzadas. Como le decía, la estructura del rally está intacta.
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