Las comisiones de Asuntos Constitucionales y Justicia de la Cámara de Diputados continuó ayer con el debate del proyecto que reforma el Consejo de la Magistratura, que impulsa el oficialismo y que ya cuenta con media sanción del Senado, con una nueva ronda de especialistas.
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Diputados debatió reforma al Consejo (sin pronóstico)
El proyecto oficialista, que es rechazado por la oposición, propone una composición del cuerpo con 17 integrantes, con paridad de género y excluye a miembros de la Corte Suprema,hoy presidida por Horacio Rosatti.
La Cámara baja retomó el tratamiento con una ronda de consultas con expertos, invitados a propuesta de todos los bloques parlamentarios. El debate se había iniciado el martes pasado con las exposiciones de cuatro invitados del ámbito académico y del judicial.
Al abrir la lista de expositores, Pablo Hunger, consultor en Administración Judicial, dijo que “si hay poder hegemónico no se puede hablar de equilibrio” y afirmó que “el Consejo de la Magistratura debe tener una opinión no vinculante sobre los proyectos de reforma de la justicia”.
Por su parte, la exdiputada nacional por el socialismo, María Elena Barbagelata, remarcó: “El proyecto, que viene con media sanción, trata el tema de la paridad” y señaló que “es una positiva propuesta de integración que representa un piso y no un techo”.
Francisco Marull, decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas de La Pampa, opinó que “la selección, capacitación, eventual destitución y administración de los jueces de la Nación debe hacerse desde una perspectiva federal, pues si no esa representación no será real, sino simbólica” y dijo que “por lo que entiendo que la media sanción del Senado satisface esa cuestión”.
A su turno, Joaquín Da Rocha, exconsejero de la Magistratura por el Poder Ejecutivo, dijo que el proyecto enviado por el Senado “satisface los requisitos mínimos que tiene que tener una reforma para ser adecuada y sobre todo para ser útil. Creo que los números están bien en la integración y me adelanto a decir, porque viví cuatro años donde el presidente del Consejo era el de la Corte, que no fue una buena experiencia, ya que si bien facilitó el contacto, se sintió una presencia demasiado fuerte de quien presidía ambos organismos”, completó.
María Losada Figueroa, jueza de primera instancia en Catamarca, destacó que “el Consejo tiene que tener tres ejes fundamentales, como la eficiencia, la transparencia y el contacto con la comunidad, ya que hay que escuchar la necesidad de los jueces y jueces, pero también de la ciudadanía de cada lugar”.
Daniel Vítolo, consideró que la modificación del Consejo de la Magistratura realizada en 2006, y anulada recientemente por la Corte, “además de haber sido declarada inconstitucional, era una ley débil porque había sido aprobada por el Congreso con estrictas mayorías parlamentarias”.
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