28 de mayo 2010 - 00:00

Dolor en despedida de víctima de inseguridad

Familiares, amigos y vecinos despidieron ayer con muestras de dolor los restos del programador de computación de 36 años asesinado en el barrio porteño de Villa Luro por dos ladrones que intentaron robarle el auto en la puerta de su casa.

El cuerpo de Diego Javier Lima fue velado en una casa funeraria del barrio de Villa Crespo e inhumado en horas del mediodía en el cementerio de la Chacarita.

El pasado martes, el técnico en redes informáticas llegó a su vivienda junto con su mujer y sus tres hijos, de 5, 8 y 12 años, luego de haber hecho compras en un supermercado, y estaba a punto de salir nuevamente para guardar el auto en el garaje.

Según señalaron su esposa, fuentes policiales y vecinos de la víctima, cuando los hijos ya habían entrado a la casa, dos jóvenes delincuentes intentaron robarle el auto y en ese momento, ante la resistencia que opuso Lima, fue salvajemente baleado.

De acuerdo con los testimonios de vecinos del barrio y fuentes policiales, Lima recibió cuatro impactos de bala, efectuados por la espalda, uno de los cuales le perforó un pulmón, causándole graves lesiones. Luego de que los delincuentes escaparan sin llegar a llevarse nada, el hombre baleado fue trasladado en una ambulancia al Hospital Vélez Sarsfield, pero finalmente murió como consecuencia de las heridas sufridas.

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