Coincideron este año múltiples reediciones de libros de varias escritoras argentinas clásicas que fueron influyentes en los 40, 50, 60 y 70, como Beatriz Guido, Silvina Bullrich, Marta Lynch y otras, a las que se suma Silvina Ocampo.
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El año en el que volvieron las escritoras clásicas locales
Beatriz Guido, Silvina Bullrich, Marta Lynch y Silvina Ocampo tuvieron reediciones en 2023.
A 30 años de su muerte, su obra suma reediciones y se esperan materiales inéditos, con un regreso a las librerías con “Y así sucesivamente”, un libro publicado por primera vez en España en 1987 compuesto por relatos que abordan desde la transformación de una mujer en un automóvil hasta un jardinero que comienza a generar raíces en la tierra, completando así el rescate de una obra que comenzó a reimprimir el sello Lumen este 2023 cuando también se cumplieron 120 años de su nacimiento.
Nacida el 28 de julio de 1903 en Buenos Aires, la hermana menor de una familia patricia y aristocrática argentina escribió cuentos como “La soga”, “Las fotografías”, “Carta bajo la cama”, “Cielo de claraboyas”, “El vestido de terciopelo”, “El pecado mortal”, “El diario de Porfiria Bernal” o “Autobiografía de Irene” que la convirtieron en una figura clave de la cultura argentina con un sello original en el género fantástico y en la búsqueda de literatura escrita por mujeres.
Educada con institutrices inglesas y francesas en su propia casa, por lo que aprendió primero a hablar y a escribir en estos idiomas antes que en castellano, la infancia de Ocampo se desarrolló entre el caserón de la ciudad, la mansión Villa Ocampo en el partido bonaerense de San Isidro, los campos familiares de Pergamino en la Provincia de Buenos Aires y la estancia Villa Allende en la provincia de Córdoba.
Su vínculo con el arte comenzó a través de la pintura cuando tenía 26 años y se fue a estudiar dibujo y pintura a Francia. Allí se unió al Grupo de París, compuesto por artistas plásticos argentinos que se habían ido a establecer allí durante la segunda década del siglo XX, entre los que estaban Norah Borges, Raquel Forner, Lino Spilimbergo, Horacio Butler y Xul Solar.
De regreso a Buenos Aires, se casó con el escritor Adolfo Bioy Casares y se fueron a vivir a la estancia Rincón Viejo, en la localidad de Pardo, partido de Las Flores, en la Provincia de Buenos Aires, donde los solía visitar Jorge Luis Borges. Con él construyó una amistad que duró hasta la muerte del autor de “El Aleph”.
La obra que comenzó a reeditar el sello Lumen, perteneciente a la editorial Penguin Random House, comenzó con el libro de cuentos “Viaje olvidado” (1937), siguió en 1942 con el poemario “Enumeración de la patria”, y luego con otro de versos “Espacios métricos” en 1945. Le siguieron las publicaciones “Poemas de amor desesperado” (1949), “Los nombres” (1953) y “Pequeña antología” (1954).
La biblioteca armada este año permite que vuelvan a circular libros como “Las repeticiones”, 24 relatos escritos entre 1930 y 1980 que no llegaron a publicarse a lo largo de su vida; “La furia”, publicado por primera vez en 1959 con cuentos sobre campos de pruebas y laboratorio del destino de sus personajes como eje central; o “Ejércitos de la oscuridad”, que reúne fragmentos narrativos, aforismos y destellos poéticos.
También en este proceso fueron reeditados “La promesa”, la ficción más extensa de Silvina Ocampo y a la que se dedicó, con intermitencias, durante unos 25 años; los cuentos de “Autobiografía de Irene”, cinco cuentos que transcurren en escenarios tan diversos como la Roma antigua, una ciudad de China o el campo de la Provincia de Buenos Aires; y “La torre sin fin”, un relato -publicado casi secretamente en España en 1986 y desconocido en nuestro país hasta su primera reedición en 2007- atravesado por la sutileza y la captación psicológica.
Si bien Sudamericana había publicado hace más de 10 años estos títulos, esta reedición en formato de biblioteca con toda la obra tiene tapas con imágenes de Silvina Ocampo, algunas del archivo de los herederos de la autora y otras tomadas por grandes fotógrafos argentinos como Aldo Sessa, Pepe Fernández, Daniel Merle y Antonio Capria. Fue pensada como una posibilidad de recirculación de una producción que, como señala Juan Boido, director editorial en Penguin Random House, da visibilidad a “una obra constantemente revalorizada. Su literatura tiene una potencia y una vigencia a través del cruce entre el rescate del género fantástico y la intimidad que hoy cobra más potencia con la literatura que se está leyendo e irradia a literatura escrita por hombres”, sostuvo.
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