En las últimas semanas, el precio del oro ha estado recuperando terreno perdido entre febrero y abril pasado, poniendo en alerta a los inversores ante una reanudación de la tendencia ascendente de fondo para este metal. Como ya hemos mencionado desde esta columna en ediciones anteriores, nuestra visión principal de fondo sostiene que la tendencia alcista de largo plazo iniciada para el oro a comienzos de década aún presenta potencial de desarrollo, el cual creemos que no sólo debería llevar el precio de este metal por encima de los máximos históricos conseguidos en marzo de 2008 en torno a los 1.032 dólares por onza, sino incluso hacia niveles bastante más ambiciosos para adelante.
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Sin embargo, algo que debe tener en cuenta el inversor es ser cuidadoso con el timming operativo. Principalmente resulta importante que en el momento de tomar posición se plantee cuál es el horizonte de tiempo en el cual espera el retorno ya que allí es donde se pueden presentar equivocaciones. En efecto, al analizar el comportamiento del metal de los últimos meses observamos que el rally de comienzos de año hacia los máximos de 1.005 dólares por onza alcanzado en febrero último ha estado impulsado principalmente por un proceso de cobertura de los inversores ante las consecutivas bajas del mercado accionario y, sin embargo, a partir de la recuperación del mercado accionario este metal ha estado recortando parcialmente lo ganado. Con lo expuesto, queremos alertar que independientemente de que el escenario preferido de fondo para el metal es alcista, mientras se mantenga en curso el proceso de recuperación del mercado accionario, el oro aún podría verse frenado en su comportamiento e incluso hasta podría sorprender con el desarrollo de un recorte mayor hacia los próximos meses. En este sentido, pasaremos a desarrollar el análisis del oro y a definir a partir de él los parámetros que el inversor debería tener presentes en el momento de tomar posición comprada, ya sea ante una profundización del proceso correctivo iniciado en febrero pasado o bien tras una confirmación de salida alcista directa de fondo para los precios.
Escenario principal para el oro
Como se aprecia en la gráfica adjunta, resulta favorecido por el analista considerar que el ciclo alcista del metal que dio inicio hacia comienzos de 2001 aún presenta potencial de desarrollo, y el máximo de 2008 sólo fue intermedio dentro un segmento de alza mayor de largo plazo que esperamos pueda llevar el precio del oro hacia objetivos bastante más ambiciosos hacia el próximo año 2010. En este sentido, el recorte desde los máximos de 1.033,5 dólares por onza vistos a comienzos de 2008 se interpreta como un movimiento de recorte temporal, el cual creemos incluso habría alcanzado su piso en los mínimos testeados en octubre último para que desde esas instancias el alza en los precios quede retomada. Sin embargo, tras el acceso del metal hacia la zona de 1.005 en febrero pasado los precios han estado recortando ganancias. Nuestra visión preferida de corto plazo sostiene que este recorte puede ser mayor que el visto hasta el momento. En efecto, creemos en la posibilidad de que hacia los próximos meses pueda darse un regreso del oro hacia la zona de 840-830 o bien hacia los 805-800 dólares por onza para que, finalmente, desde esas instancias el alza del metal quede retomada con la consistencia necesaria como para llevar los precios no sólo de regreso hacia la zona de máximos en torno a los 1.005-1.030 dólares, sino incluso hacia niveles bastante más ambiciosos para adelante ubicados en torno a los 1.180-1.200 dólares por onza y potencialmente niveles superiores.
En relación con lo mencionado, el rebote de las últimas semanas debería considerarse de carácter menor y debería idealmente encontrar resistencia en la zona de máximos testeada los últimos días de 930-950 dólares para que desde estas instancias nuevamente los precios terminen cediendo, buscando regresar hacia la zona de 870-860 dólares y finalmente intentando acceder hacia los niveles de soportes más deprimidos arriba propuestos en torno a los 840-830 o bien los 800 dólares por onza, valores donde estaremos entonces sí recomendando posicionamiento en el metal.
Actualmente sólo en caso de que veamos una ruptura alcista de la zona de 940-950 dólares se estarán comprometiendo nuestras expectativas de corrección mayor de corto plazo para entonces evaluar la posibilidad de que el metal termine teniendo salidas alcistas directas de fondo por encima de la zona de máximo en torno a los 1.005-1.030 dólares por onza.
Análisis plata
Si bien en el esquema de fondo las expectativas de alza en este metal no se muestran de manera tan clara como sí ocurre con el oro, creemos que en el corto plazo la plata puede mostrarse con mayor fortaleza en el cruce. En efecto, las expectativas se inclinan por considerar que mientras los precios logren sostenerse por encima de la zona de 13,3-13 dólares, podría continuar la escalada alcista del metal con la intención de llevar los precios de regreso hacia la zona de 14,5-14,8 dólares y potencialmente hacia objetivos alcistas más ambiciosos en torno a los 16-16,4 dólares en los próximos meses.
Actualmente, sólo en caso de que veamos debilidades para la plata por debajo de la zona de 13 dólares estaremos considerando la posibilidad de que se materialice un recorte mayor de regreso hacia la zona de 11,4-11,3 dólares para que recién desde esas instancias el alza hacia la zona de 16-16,4 dólares finalmente logre materializarse.
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