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Encolumna Moyano a gremios contra impuesto
La protesta de ayer giró en torno al gravamen. En esa línea, Moyano consiguió el respaldo de la CGT oficialista, a través del dirigente textil Jorge Lobais y del líder de la CTA cercana al Ejecutivo, Hugo Yasky. Los apoyos son consistentes con las gestiones discretas entre ambas CGT con vistas a una posible reunificación tras los comicios de octubre.
El de la Plaza de Mayo fue un acto de campaña, al calor del período preelectoral y con candidatos cercanos a Moyano en las listas de la alianza que estableció en la provincia de Buenos Aires con el diputado nacional Francisco de Narváez. Aunque no estuvo en la convocatoria, De Narváez avaló la manifestación. "Como en algún momento dije que había que votar al Gobierno, hoy les digo que no nos engañen más. Sepamos bien a quién votamos el 27 de octubre. No nos volvamos a equivocar, porque sería imperdonable", avisó el gremialista.
Moyano dedicó buena parte de su alocución a cuestionar a Cristina de Kirchner. La definió como la "señora fanática de los twitter", en alusión a las intervenciones de la jefa de Estado en la red social, y la cuestionó por entender que crea condiciones económicas "como las del neoliberalismo". Sobre Ganancias, interpretó que se está "desmotivando a los trabajadores" por las mayores retenciones sobre los salarios a partir del aguinaldo y las horas extras. En paralelo, cuestionó de manera directa los planes sociales "que han inventado y multiplicado en los últimos tiempos" y a los que llamó "planes descansar".
El acto contó con la adhesión y participación de gremialistas y afiliados de sindicatos como el de judiciales (UEJN) y el de canillitas. El jefe del sindicato de vendedores de diarios, Omar Plaíni, es el segundo postulante a diputado nacional en la lista que encabeza De Narváez, y Julio Piumato (UEJN) lidera una nómina para la Cámara baja montada a solas por Moyano para la Capital Federal.
También participaron la CTA opositora, de Pablo Micheli, y la Federación Agraria, a cargo de Eduardo Buzzi. Pero las adhesiones más notorias no estuvieron en el acto, sino en las radios. Lobais admitió que los reclamos de Moyano son los mismos que sostiene la central que conduce el metalúrgico Antonio Caló.
"La agenda de reclamos es la misma. Por ahí no en la forma", matizó el textil. El dirigente reconoció, además, que "no hay ningún problema" entre ambas CGT para una eventual reunificación.
A su turno, Yasky sostuvo que el planteo sobre Ganancias "es una reivindicación legítima". "No es correcto que esto se sostenga así. El Gobierno tiene que entender que éste es un reclamo justo", sorprendió el docente, por lo general más amable con el Ejecutivo en sus expresiones públicas. Yasky recordó que la central que lidera reclamó que el aguinaldo de mitad de año estuviese exento del impuesto, como sucedió con el de fin de 2012.
La CGT de Caló había sostenido esa negociación hasta último momento. Incluso, algunos dirigentes avisaron la semana pasada que había expectativas por una eventual exención retroactiva. Ante la falta de respuesta, no fueron sorpresivos los avales desde esa organización al acto y la protesta de Moyano.
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