29 de junio 2012 - 00:00

España e Italia en guerra con Merkel: no firman pacto

Ayer comenzó la cumbre europea y todas las expectativas se centran en que la canciller alemana Angela Merkel ceda y apruebe medidas para que España e Italia puedan colocar deuda.
Ayer comenzó la cumbre europea y todas las expectativas se centran en que la canciller alemana Angela Merkel ceda y apruebe medidas para que España e Italia puedan colocar deuda.
Bruselas - Italia y España condicionaron ayer su aval al pacto de crecimiento de la Unión Europea a la aprobación de medidas urgentes para salir de la crisis de la deuda. «No es creíble el crecimiento si no se arregla la situación», señaló la delegación española durante la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE. «Está muy bien el pacto de crecimiento, pero no es el problema de Europa; estamos a favor, es necesario, pero no es lo urgente», dijo una fuente española.

Tanto Italia como España han sufrido en los últimos días el acoso de los mercados, y sus primas de riesgo se han elevado a niveles insostenibles. «Lo urgente es la sostenibilidad de la deuda y las medidas que se dan; tienen que ir las dos cosas juntas», agregó.

«Los dos países tienen mucho interés en que haya un acuerdo tanto sobre las medidas a largo plazo como sobre las medidas a corto plazo», admitió el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, al anunciar un acuerdo de los líderes de la UE por 120.000 millones de euros para estimular la economía y crear empleo. «Pero la discusión no está bloqueada. La discusión continúa», dijo Van Rompuy, quien aseguró que «esta noche o mañana (por hoy) discutiremos las medidas a corto plazo». Fuentes de la UE señalaron que España e Italia no quisieron firmar el acuerdo porque quieren que primero Alemania apruebe medidas de corto plazo para aliviar sus costos de financiación.

El plan de crecimiento que prevé invertir de forma inmediata 120.000 millones de euros -pactado en Roma por Alemania, Francia, España e Italia- no incluye casi fondos nuevos sino que se trata de utilizar fondos ya asignados, pero todavía no desembolsados. El principal elemento del plan consiste en aumentar en 10.000 millones de euros el capital del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Respecto de plan Van Rompuy señaló que «no se trata sólo de inyectar dinero, sino de fomentar el empleo, la actividad empresarial sostenible» y las inversiones «deben dirigirse directamente a los países más vulnerables».

En cuanto a España, su objetivo es lograr que la recapitalización de su banca se haga directamente, sin pasar por los Estados. Pero según los tratados vigentes, el Fondo europeo de rescate le suministrará la ayuda a través del Fondo público de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) español. Es decir, que el rescate se computará como deuda pública en un país que se ha comprometido con Bruselas a reducir su déficit público al 5,3% del PBI este año, frente al 8,9% en 2011, en medio de una grave recesión y un desempleo del 25%. En esta coyuntura, los mercados le exigen tasas de interés de casi el 7% por su deuda, insostenibles a largo plazo.

Por su parte, el primer ministro italiano, Mario Monti, propuso utilizar el fondo de rescate de la UE para comprar deuda en los mercados secundarios de España e Italia, de forma automática y cuando la prima de riesgo alcance los niveles a los que ha llegado en los últimos días. Pero la mayoría de los socios no están dispuestos a aprobar esta medida sin exigir a cambio condiciones. «De momento (la canciller Angela) Merkel no cede en nada», admitió una fuente europea.

Agencias EFE, Reuters, AFP y DPA

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