La información de las reuniones en Damasco se dio a conocer un día después de que el presidente francés, François Hollande, revelara que 700 franceses y residentes legales en el país viajaron a Siria para combatir en los grupos islamistas que enfrentan a las tropas leales al régimen.
Los yihadistas británicos podrían ser entre 200 y 366, según estimó Shiraz Maher, investigador del Centro Internacional para el Estudio del Radicalismo del King's College de Londres.
Aunque el Ministerio de Relaciones Exteriores británico no quiso comentar las publicaciones de la prensa, cabe recordar que el mes pasado, Reino Unido y Estados Unidos suspendieron su ayuda no-letal a la oposición entre temores por la creciente influencia de los combatientes islamistas entre los opositores.
De acuerdo con el diario estadounidense Wall Street Journal, miembros de los servicios secretos de España, Alemania, Reino Unido y Francia visitaron Damasco y se reunieron con representantes del régimen de Al Asad para avanzar en mecanismos de cooperación para frenar la influencia de la yihad en ese país. La BBC agregó entre los visitantes a personal estadounidense.
Un portavoz de los servicios de inteligencia españoles confirmó al Wall Street Journal que Madrid compartió inteligencia con las autoridades sirias sobre ciudadanos españoles que viajaron a Siria a combatir. "Sí, hubo intercambios de información", dijo el funcionario al diario. "España expresó consistentemente su preocupación sobre los peligros que suponen estos terroristas".
De hecho, la Policía española detuvo el 5 de enero a su regreso a España a un presunto miembro de un grupo vinculado a Al Qaeda que combate en Siria.
El sospechoso, Abdelwahid Sadik Mohamed, "está acusado de participar en la 'guerra santa' en Siria", dijo el Ministerio del Interior español en un comunicado. El detenido es originario de la ciudad de Ceuta, fronteriza con Marruecos, desde donde un grupo español-marroquí envió a decenas de combatientes a Siria.
La BBC, por su parte, citó al viceministro sirio de Relaciones Exteriores, Faisal Mekdad, quien explicó que existe un "cisma" en los países occidentales entre los servicios secretos y los políticos en torno a la postura frente al conflicto sirio. "No especificaré, pero muchas agencias de inteligencia extranjeras visitaron Damasco" para interesarse por los islamistas, comentó el funcionario. "Muchos países nos contactaron para coordinar medidas de seguridad", agregó, sin precisar cuáles.
Khaled Saled, vocero de la Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal alianza opositora, dijo que si ese diálogo se produjo "evidenciaría una clara contradicción entre las palabras y las acciones del llamado Grupo de Amigos de Siria", el cual está conformado por Reino Unido, Estados Unidos, Francia y Alemania, entre otros.
Ayer, el presidente sirio advirtió que el "extremismo islámico" constituye una amenaza no sólo para Medio Oriente sino también para el resto mundo. Al recibir al canciller iraní, Mohamed Javad Zarif, sostuvo que "el pueblo sirio y otros pueblos de la región se dieron cuenta del peligro del wahabismo", un sector sunita con influencia en Arabia Saudita, principal financiador de la oposición siria. "Todos deben contribuir para oponerse al wahabismo y extirparlo", instó Al Asad.
Las divulgaciones periodísticas podrían ensombrecer las ya complicadas negociaciones para realizar, con éxito, la conferencia de paz de Ginebra II, que empezará el próximo 22 de enero con la reunión del canciller ruso, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.
Rusia expresó ayer su inquietud por la incertidumbre sobre la participación de la oposición siria en el encuentro, lo que describió como el principal obstáculo para su celebración.
Agencias AFP, EFE y ANSA |
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