En Independiente ya se hizo una costumbre tener que levantar inhibiciones para poder reforzar el plantel cada comienzo de campeonato.
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Independiente está padeciendo en la hoguera de su propio infierno
La mayor inhibición llegaría por la deuda de u$s5.500.000 que mantiene con el América de México por Cecilio Domínguez. La venta de Bustos a River no se define y perdería alrededor de u$s2 millones.
Sin definirse las fechas de las elecciones (podrían efectuarse en febrero o marzo) con jugadores que se quieren ir como Fabricio Bustos (no se definió su venta a River y quedaría libre en junio) o Silvio Romero, el club de Avellanada tiene que saldar en lo inmediato una deuda de 1.100.000 dólares que se acrecentó en los últimos días con el reclamo formal de Johor de Malasia por el pase de Jonathan Herrera.
El delantero llegó a Independiente a principios de marzo de 2021 por pedido de Julio César Falcioni y estuvo solo 17 días en Malasia a raíz de un problema personal y firmó un contrato por un año a cambio de 200 mil dólares, con una opción de compra de 1.200.000 que decidieron no ejecutar.
Sin embargo, Independiente tiene otras inhibiciones como la de José Chamorro, representante del ecuatoriano Fernando Gaibor, por u$s220 mil; de Defensor Sporting, por u$s700 mil por Carlos Benvidez; del Celta de Vigo por 59.325 euros (34.325 en intereses) y 5.000 francos suizos por Pablo Hernández y del Torino por u$s300 mil (ya le pagó 500 mil) por Gastón Silva. No obstante, en este último caso se llegó a un acuerdo y no se toma como inhibición la deuda.
Los problemas financieros podrían agravarse si, en las próximas horas, llega a caer la inhibición que tenían de América de México por el pase de Cecilio Domínguez que, con intereses incluidos rondarían los u$s5.500.000.
En tanto, el delantero Silvio Romero presiona a la dirigencia para irse al exterior frente a las diferentes ofertas, pero los números no convencen a Independiente, al tiempo que se define la renovación del arquero uruguayo Sebastián Sosa. El atacante, que llevó la cinta de capitán en los últimos dos años, tiene la posibilidad de emigrar al fútbol brasileño porque Ceará le acercó un contrato alto y en dólares para afrontar el próximo Brasileirao y la Copa Sudamericana. También tiene un ofrecimiento del fútbol paraguayo, de un club cuyo nombre no trascendió, y otro de México, donde vistió la camiseta del América. El futbolista quiere emigrar y ya se lo hizo saber a los directivos y a su representante. La idea es que Independiente reciba un resarcimiento de alrededor de u$s 500 mil, cuando tiene una inhibición de poco más de un millón.
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