11 de abril 2019 - 00:00

Inédito choque entre Merkel y Macron por el entuerto del "brexit"

Se mostraron divididos sobre el grado de paciencia que deben tener con May. Finalmente, se propuso al Reino Unido posponer la fecha al 31 de octubre.

comprensión. La canciller alemana, Angela Merkel, se mostró cercana a la premier británica, Theresa May, en la cumbre extraordinaria de la UE. El francés Emmanuel Macron parecía a punto de perder los estribos.
comprensión. La canciller alemana, Angela Merkel, se mostró cercana a la premier británica, Theresa May, en la cumbre extraordinaria de la UE. El francés Emmanuel Macron parecía a punto de perder los estribos.

Bruselas - Ella comprensiva; él exasperado. La saga caótica e interminable sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) provocó en la cumbre de líderes de ayer algo impensable hasta hace poco tiempo: un choque abierto entre la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron.

Luego de una larga deliberación, los dirigentes europeos propusieron al Reino Unido posponer la fecha del “brexit al 31 de octubre, con una revisión “en junio”. La oferta, sobre la que finalmente se pusieron de acuerdo los 27 tras difíciles negociaciones, al cierre de esta edición debía ser respondida por la primera ministra británica Theresa May.

“Salvaguardar la unidad de la UE y evitar un ‘brexit’ sin acuerdo”, fue el llamado de Merkel en la cita europea, con el que instó a los otros 26 jefes de Estado y de Gobierno del bloque a mantener “una actitud constructiva”.

También advirtió que no hay que perder de vista el objetivo: la necesidad de darle a la primera ministra británica, Theresa May, una nueva extensión de los plazos del divorcio, para evitar el colapso de un “no deal” (salida sin acuerdo). May había pedido una suspensión sólo hasta el 30 de junio, de modo que la salida sea “lo antes posible”.

Pero la mayoría de los 27 países restantes habían expresado su inclinación a otorgarle una extensión larga, de 9 o 12 meses, con la posibilidad de que el Reino Unido se vaya incluso antes. La idea era que un aplazamiento a largo plazo podía ser la palanca más efectiva para presionar al Parlamento británico para que apruebe el acuerdo de divorcio. Sin embargo, había quienes, como el presidente francés Macron, empujaban en dirección de un aplazamiento breve, o, en el caso de una larga extensión, la imposición de duras exigencias.

“Por ahora, nada debe darse por sentado”, advirtió el líder del Elíseo cuando llegó a la cumbre, diciendo que estaba “impaciente” por escuchar a May.

Para intentar convencer a Macron de que suavizara su posición, Merkel citó a su aliado habitual a una reunión bilateral antes del trabajo formal. Aunque la posición del francés era minoritaria, podía imponer un obstáculo.

Lo que preocupaba a los líderes eran las garantías de Londres, comenzando con la participación en las elecciones europeas de fines de mayo. También sobre cómo pretende poner en práctica el concepto de “cooperación sincera”, dando garantías de que el país no se opondrá a los principales temas de la UE durante la prórroga.

Las decisiones en la UE deben ser tomadas por unanimidad de sus miembros. Por eso, el debate se puso tenso y duró hasta entrada la noche europea.

Agencias ANSA, Reuters y AFP

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