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Inédito: Europa castiga a bancos (toma fondos a tasa negativa)
La rebaja de tasas es un aperitivo que facilitará la digestión de la expansión cuantitativa en camino (aunque por una vía distinta al QE típico de la Fed). El BCE anunció la segunda generación de operaciones de refinanciación de largo plazo (la primera fueron los famosos pases o LTRO que salvaron a España e Italia de la asfixia en 2011-2012, cuando las subastas de deuda pública amenazaron colapsar). La nueva operatoria ya tiene su acrónimo particular: TLTRO. Estará focalizada ("targeted") en el objetivo de revivir al sector privado. Inspirado en el esquema FLS ("Funding for Lending") británico, la idea es que los bancos puedan fondearse allí para aumentar el crédito neto al sector privado no financiero (con exclusión del crédito hipotecario a las familias). Los TLTRO no podrán aplicarse a la adquisición de activos del sector público. Su costo será fijo e igual a la tasa refi más un spread de 10 puntos base (hoy en día, un costo total del 0,25% anual a 4 años). La autoridad calcula que la banca europea podrá hacerse de hasta 400 mil millones de euros de recursos primarios si saca el máximo provecho de la iniciativa (un incremento del 18% de la hoja de balance del BCE). La base monetaria crecerá en la magnitud que decidan los bancos, ellos serán los que asuman los riesgos crediticios y los que en última instancia definirán el tamaño -y el éxito- de la intervención.
Y esto no es todo. Draghi avisó también que el BCE intensificará el trabajo preparatorio para alistar un plan de compra de activos hipotecarios privados (ABS), una modalidad análoga a los QE que ejecutó la Fed (salvo que, en caso de llevarse adelante, su alcance estará forzosamente restringido por el quantum limitado de dichos instrumentos en circulación).
¿Y alguien recuerda la compra de bonos que realizó el antecesor de Draghi, Jean Claude Trichet, el programa SMP? Pues bien, el BCE dejará de esterilizarlo semana a semana, y los 164.537 millones de euros que siguen en cartera derramarán, por única vez, su efecto monetario pleno. Imaginamos que, a esta altura, el francés no alzará la voz.
Last but not least, la oferta de dinero continuará siendo perfectamente elástica. Toda la financiación de corto plazo que pidan los bancos en la ventanilla refi será atendida a satisfacción completa hasta, por lo menos, diciembre de 2016.
¿Qué más se puede pedir? Se trata de un aluvión de medidas coherentes con impacto monetario, cambiario y crediticio expansivo. Por fin se le presta atención a la destrucción sistemática del crédito. Y, por la vía de la tasa negativa, a la apreciación excesiva del euro. ¿Alcanzará para poner la desinflación a raya? El mensaje de Draghi es que, si hace falta, habrá más. Y así será. No son los napolitanos, son los alemanes los que impulsan el giro de Fráncfort. No los moviliza únicamente la "Lowflation" o el "Credit Crunch". La aventura de Putin en Ucrania, el zafarrancho de las elecciones del 25M y la crisis que asoma en la puja por la presidencia de la Comisión Europea (que podría terminar a mediano plazo con la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea) obligan a un cambio. La Europa que soñó Merkel otra vez se resquebraja. Y son demasiados los frentes que se abren como para permitir que se hundan los cimientos económicos del proyecto común. Europa, como reconoció Draghi en la conferencia de prensa, no sólo tiene que proveer la paz sino también prosperidad y empleo.
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