11 de diciembre 2013 - 21:37

Insertarse como actor protagónico

Insertarse como actor protagónico
Mientras el siglo XXI ya transita por su segunda década y va consolidando un nuevo mundo que se abre paso con modelos de desarrollo cada vez más dinámicos, cambiantes e interrelacionados, la Argentina necesita aprender de su experiencia histórica para no repetir errores y poder insertarse en ese escenario global como actor protagónico.

La globalización esconde muchos desafíos e incertidumbres, pero también es un fenómeno disparador de grandes oportunidades que, como muy pocas veces ha sucedido antes a lo largo de la historia, se ensamblan de manera muy directa con todo el potencial que la Argentina está hoy en condiciones de ofrecer como país.

El mundo está demandando los alimentos que produce nuestro complejo agrícola industrial. Países como China e India ingresan todos los años a millones de personas a sus mercados de consumo. Esto tiene correlato directo en la creciente exportación de commodities que contribuyeron a motorizar la expansión de la economía latinoamericana en los últimos años con una inédita lluvia de dólares para muchos de nuestros países vecinos, mientras aquí la Argentina, por el contrario, desestimula a sus productores con el cepo cambiario y con reglas arbitrarias que traban el normal funcionamiento del comercio exterior y que nos impiden vender y exportar. Los argentinos tenemos todas las condiciones para poder avanzar hacia un destino de progreso del mismo modo que lo hicieron otros países, muchos de ellos, incluso, que tenían menos posibilidades estructurales que nosotros, pero que fueron un ejemplo de sabiduría y de sentido práctico a la hora de planificar su futuro.

Nos sobran capacidades. No en vano hay tanto talento argentino desparramado por el mundo dando cotidianos ejemplos de creatividad y de inventiva en las ciencias y en todo lo que se vincula con la producción artística y cultural. También disponemos de una geografía territorial generosa, con el inigualable potencial de nuestro campo y muy buenas condiciones para el desarrollo de la minería sustentable. Ahí tenemos algunos de los ejes centrales que pueden conformar la plataforma de despegue para el desarrollo de un país moderno.
Podemos agregar el turismo, otra industria con un horizonte de posibilidades enorme, o la producción de contenidos audiovisuales, que también es un segmento en el que la Argentina tiene todo para ocupar una posición de liderazgo regional. Y cada uno de esos actores productivos funcionando en el marco de un Estado activo e inteligente en su rol organizador, que sepa coordinar la gestión pública con la privada y que se trace como objetivo excluyente y prioritario la generación de empleo genuino. Las oportunidades están a la vista. Sólo se trata de tomar la decisión estratégica de ir por ellas y de convertir a la Argentina en el gran país del siglo XXI. Por eso creo que en estos dos años que tenemos por delante es muy importante que trabajemos juntos, en equipo, Gobierno nacional, oposición, Congreso, gobernadores e intendentes. Y también, por supuesto, que el Gobierno nacional cambie de actitud y reconozca la gravedad del problema inflacionario y de todos los desbarajustes institucionales que ha provocado y que nos terminaron aislando del mundo y condicionando fuertemente de cara al futuro.

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