24 de junio 2011 - 00:00

Interesante muestra del “Arte Tejano”

Aunque no falta el humor entre las 60 obras creadas por artistas conocidos y emergentes, la muestra «Arte Tejano: de campos, barrios y fronteras» también refleja la violencia y otros males de esa región.
Aunque no falta el humor entre las 60 obras creadas por artistas conocidos y emergentes, la muestra «Arte Tejano: de campos, barrios y fronteras» también refleja la violencia y otros males de esa región.
El Espacio de Arte de la Fundación OSDE y el Smithsonian Latino Center, con el patrocinio principal de la Embajada de los Estados Unidos presentan «Arte Tejano: de campos, barrios y fronteras». Cesáreo Moreno, curador y Director de Artes Visuales del Museo Nacional de Arte Mexicano (Chicago) nacido en esta ciudad, cuyos padres llegaron a los Estados Unidos en la década del 40, acompañó a este diario en la recorrida de esta exposición inusual para nuestros parámetros estéticos, una expresión artística no muy frecuentada y cuyo origen y desarrollo puede consultarse en el excelente estudio del catálogo.

Estas obras forman parte de serigrafías incluidas en los archivos de Serie Project que dirige el artista Sam Coronado, organización sin fines de lucro dedicada a esta rama del grabado que provee a los artistas, en su mayoría latinos, de un programa para aprender esta técnica y crear una edición limitada de obras.

Como señala el curador, el término tejano se utiliza en esta exposición en referencia a la cultura e identidad de aquellos individuos de origen mexicano-español del estado de Texas cuya identidad está ligada a las tierras fronterizas en donde México converge con los Estados Unidos.

Existen variados acontecimientos históricos y culturales que han persistido por generaciones en esta región, la política, el idioma, la comida, los colores, la iconografía y que constituyen parte de la influencia multicultural, que en algunos casos es sutil y en otros, explícita.

Hay términos como chicano, mestizo, mexican, mexicano, de ascendencia mexicana, mexicano-americano y mexicano de Texas que conllevan implicancias políticas, culturales y geográficas que remiten al territorio colonizado por España en el siglo XVI y que hacia el XIX forma parte de México.

Es importante destacar las influencias de los americanos, de los angloamericanos, los nativos, los españoles, los mestizos, los mulatos, alemanes, polacos en este estado de 696.200 km2, el segundo más densamente poblado, 25.000.000.de habitantes, (censo de 2010), aumento demográfico que se produjo en la región Dallas, Forth Worth, Austin, San Antonio, Houston.

Esta introducción es necesaria para descubrir mucha de la simbología que se revela en este conjunto de sesenta obras creadas por artistas conocidos y emergentes que enfatizan la diversidad cultural de la comunidad latina

Imágenes de la bandera de la República de la Estrella Solitaria, que corresponde al Estado de Texas, expresa el intenso sentido del honor de tejanos y texans por igual, los conflictos de Estados Unidos y México a través de la riña de gallos, recurrente en varios artistas, la Tierra Madre, ese ser apesadumbrado, muy característico del arte latinoamericano.

No está ausente el humor para tratar la pérdida de los ranchos y las tierras ya que el fraude y la violencia tuvieron mucho que ver con el despojo al que fueron sometidos. Por ejemplo, «Mi Tierra» muestra a los tejanos como extraterrestres en sus propias tierras y a un mexicano en un colorido auto en medio del desierto llevándose un cactus, lo que habla también de la inmigración.

«Spanglish»

Otro tema es el idioma, el español y el inglés, que dieron origen al «spanglish», usado en muchos de los títulos, un poderoso transmisor de cultura que tuvo también dramáticas connotaciones como la prohibición de usar el español en la escuela pero que en el curso de la historia ha sido incorporado a la lengua en general, «Cutting Tongues», (Cortando Lenguas) es una obra muy explícita al respecto.

La segregación debida a la consolidación angloamericana, la implementación del nuevo poder político y económico en Texas en la primera mitad del siglo XX significó una perspectiva muy oscura para el méxico-americano, expuesta aquí con crudeza.

A través de la música, el arte más fuerte actualmente, se expresó su propia identidad negociada: polcas, huapangos, valses, chotis, mazurcas, eran las principales danzas que acompañaban a la música texana y hacia 1940 aparecerían el bolero, el mambo, el danzón, la cumbia, su mezcla con el soul, rock, funk, pop, se ve reflejada con gran síntesis en varias de las obras expuestas.

Hay escenas familiares, por ejemplo, el ritual de una joven que se pone tacos altos por primera vez, la influencia de culturas ancestrales mezcladas con escenas actuales, el corazón rojo en primer plano, asociado a la simbología azteca.

La generación tejana de la década del 60, a diferencia de sus padres, reclamó con vehemencia por sus derechos constitucionales. Es así como los artistas reflejan la dura realidad de los barrios fronterizos, la droga, la identidad homosexual dentro de una comunidad machista, la exclusión social, la represión policial, la muerte, temas que antes habían sido excluidos del arte, ejerciendo la crítica a través del Cubismo, el Surrealismo, el Dada y el Arte POP.

La muestra, que se clausura el 13 de agosto, ofrece visitas guiadas los miércoles a las 18 y los sábados a las 17 (Suipacha 658, entrada es libre y gratuita).

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