29 de agosto 2012 - 00:00

Isaac se acerca a Nueva Orleans y revive traumas

Olas gigantes chocan contra la costa de Navarre en Florida. Este estado se vio aliviado con las horas, cuando Isaac se dirigió a las costas de Misisipi y Luisiana.
Olas gigantes chocan contra la costa de Navarre en Florida. Este estado se vio aliviado con las horas, cuando Isaac se dirigió a las costas de Misisipi y Luisiana.
Miami y Nueva Orleans - La tormenta Isaac se convirtió ayer en un huracán de categoría 1 a su paso por el Golfo de México y se encaminaba anoche hacia Luisiana, en el sur de los Estados Unidos, donde, a una velocidad de traslado que se acercaba a los 50 kilómetros por hora, estaba previsto que toque tierra en el transcurso de la noche o la madrugada.

Isaac, que llegará a la costa estadounidense justo cuando se cumplen siete años del huracán Katrina que dejó 1.800 muertos en la ciudad Nueva Orleans (Luisiana) y las costas de Misisipi, donde fue declarada la emergencia federal, tenía vientos máximos de 120 kilómetros por hora. El movimiento del huracán paralizó parte de la actividad petrolera del Golfo de México.

En plena campaña electoral, Barack Obama advirtió a la población de la seriedad de esta amenaza meteorológica y pidió que hagan caso de las instrucciones de las autoridades locales.

«Quiero exhortar a todos los residentes de la costa del Golfo a que escuchen a sus funcionarios locales y a que sigan sus instrucciones, incluyendo si les dicen que tienen que evacuar el área», declaró Obama.

El mandatario advirtió que «Isaac es un fenómeno grande que podría provocar graves inundaciones y otros daños en un área extensa». «Ahora no es el momento de tentar al destino. Ahora no es el momento de desatender las advertencias oficiales. Tienen que tomarlo muy en serio», reclamó Obama.

También el gobernador de Luisiana, Bob Jindal, se refirió al huracán y advirtió que el gran tamaño y la escasa velocidad de Isaac intensificarán sus efectos. «El lento movimiento supone una gran probabilidad de lluvia», dijo el gobernador y añadió: «Podríamos ver tornados tanto hoy como mañana».

Los vientos huracanados «podrían prolongarse hasta diez horas y podrían registrarse vientos propios de una tormenta tropical durante 24 o 36 horas», dijo Jindal.

El CNH predijo fuertes lluvias y grandes olas, que podrían alcanzar hasta los cuatro metros.

En los estados de Luisiana y Misisipi las autoridades hicieron evacuar las zonas bajas cercanas a la costa, la mayor parte de los aeropuertos estaban cerrados y los habitantes de la zona se abastecieron de alimentos y otros productos de primera necesidad.

En Gulfport, la segunda ciudad más grande de Misisipi, se decretó toque de queda, mientras que en Nueva Orleans, muchas estaciones de servicio se quedaron sin nafta, según informaron medios locales.

El alcalde de la Nueva Orleans, Mitch Landrieu, aseguró que en esta ocasión «la ciudad está bien preparada, en comparación con lo ocurrido en 2005». A su paso por el Caribe, todavía como tormenta tropical, Isaac provocó la muerte de 21 personas, 19 de ellas en Haití y otras dos en República Dominicana, mientras que unas 300 viviendas quedaron destrozadas en el primer país.

Agencias AFP, EFE y DPA

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