24 de febrero 2009 - 00:00

Israel: laboristas también dijeron no a Netanyahu

El ex primer ministro centroizquierdista Ehud Barak se encontró ayer con Benjamin Netanyahu. Lo más probable es que la centrista Tzipi Livni también rechace integrarse al Gobierno, que quedaría formado sólo por nacionalistas de derecha laicos y religiosos.
El ex primer ministro centroizquierdista Ehud Barak se encontró ayer con Benjamin Netanyahu. Lo más probable es que la centrista Tzipi Livni también rechace integrarse al Gobierno, que quedaría formado sólo por nacionalistas de derecha laicos y religiosos.
Jerusalén - La posibilidad de que el Gobierno que encabezará Benjamin Netan-yahu cuente sólo con aliados de derecha, tanto laicos como religiosos, se confirmaba ayer en Israel tras el rechazo del laborista Ehud Barak a sumarse a una coalición multipartidaria.
La ministra saliente de Relaciones Exteriores y líder del centrista Kadima, Tzipi Livni, también rechazó la propuesta del próximo primer ministro, pero dejó la puerta entreabierta al aceptar reunirse con él en los próximos días.
Oficialmente encargado por el presidente israelí Shimon Peres de formar gobierno antes del 2 de abril, Netanyahu, jefe del partido nacionalista Likud, se entrevistó ayer en Jerusalén con el ex primer ministro y candidato Barak. El condecorado militar es también ministro saliente de Defensa.
«El pueblo decidió regresar a los laboristas a la oposición y respetamos esta decisión. Seremos una oposición responsable, seria y constructiva», dijo Barak tras el encuentro. El Partido Laborista, fundador del país, obtuvo sus peores resultados de la historia en las legislativas del 10 de febrero al obtener sólo 13 de los 120 escaños del Parlamento unicameral (Kneset).
Según su entorno, Netanyahu propuso a su interlocutor la cartera de Defensa y otros cuatro ministerios. «Debemos cooperar, porque estamos en tiempos difíciles, debido a la crisis económica y a los esfuerzos perseguidos por Irán para dotarse del arma nuclear y de misiles balísticos», declaró el futuro premier a la prensa.
El día anterior, y pese al rechazo de Livni, Netanyahu había afirmado querer seguir con sus esfuerzos para «tratar de formar un gobierno de unión».
En declaraciones en la radio militar israelí, Livni confirmó ayer su decisión de mantenerse en la oposición «debido a las divergencias con Netanyahu sobre el camino que debe tomar el Gobierno». Y explicó que el programa de una coalición debería mencionar «la necesidad de dos Estados para dos pueblos». Netanyahu, de 59 años, opuesto a los acuerdos de Oslo de 1993 y hostil a la creación de un Estado palestino, cuenta en principio con el apoyo de un bloque de partidos de derecha que suma 65 diputados.
Pero consideraría problemático apoyarse en esta mayoría de «halcones» que levantaría tensiones con la administración estadounidense que ahora dirige el demócrata Barack Obama. Ese bloque incluso podría reducirse porque cuatro parlamentarios de un partido menor de extrema derecha exigen un aumento sustantivo de colonias en la Cisjordania.
Fuentes allegadas a Netanyahu citadas por la prensa advirtieron que un Gobierno semejante «no será en la práctica tan feo como lo pintan», aunque el líder del Likud, que ya encabezó un Ejecutivo derechista entre 1996 y 1999, teme las consecuencias negativas que podría acarrear para la imagen de Israel en el exterior. Aún quedan cuatro semanas de negociación y otras dos adicionales si así lo requiere para formar una coalición de Gobierno.
A Netanyahu le quedará como opción importante la alianza con sus socios naturales de derecha, entre los que se encuentran los extremistas Israel Beitenu de Avigdor Lieberman.
Agencias EFE y AFP

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