- ámbito
- Edición Impresa
La Argentina pide nuevos créditos por u$s 2.500 millones del BID y el BM
Se trata no sólo del único financiamiento que podría conseguir la Argentina en el exterior a lo largo del año, sino que además es muy barato. La tasa final de los préstamos de estas instituciones se ubica por debajo del 5% anual en dólares. El rendimiento de los títulos argentinos en moneda extranjera tiene tasas superiores al 30%, que es lo que debería teóricamente pagar el país si saliera a colocar nueva deuda en el mercado.
A fines de la semana pasada llegaron desde Washington los representantes argentinos ante los organismos de crédito, Eugenio Díaz Bonilla (BID) y Alberto Félix Camarasa (Banco Mundial). El jefe de Gabinete, Sergio Massa, comprobó tras varias reuniones que la relación con la institución que preside Luis Alberto Moreno se encuentra mucho más aceitada que con el BM.
El objetivo estipulado fijado para este año es aumentar los desembolsos del BID, que podrían llegar hasta los u$s 1.600 millones, contra u$s 1.200 millones del año pasado. La cifra permitiría no sólo cubrir los vencimientos de capital con la entidad, sino también la totalidad de los intereses que se deben pagar este año.
Más difícil
Con el Banco Mundial es todo más difícil, ya que venció la Estrategia País (marco de referencia para las operaciones que financia el banco) hace más de un año y se demora la firma de un nuevo acuerdo de largo plazo (en principio debería ser hasta fin de 2011, cuando vence el mandato de Cristina de Kirchner). Sin este paraguas se hace más difícil conseguir desembolsos del organismo. Otra complicación es que todos los créditos aprobados o en negociación van dirigidos al financiamiento de obras de infraestructura. En la medida que el Gobierno demore la ejecución de las obras, se atrasa el desembolso de los préstamos comprometidos.
Ante esta situación, será mucho más complicado cubrir tan sólo los vencimientos de capital con el Banco Mundial. Pero se aspira a acceder a una cifra que oscile entre los u$s 800 y los u$s 1.000 millones a lo largo de 2009.
Mucho más complejo aún es el panorama para acceder a nuevos compromisos de financiamiento de largo plazo, tanto con el BID como con el BM. El motivo es que ambas entidades tienen demanda de préstamos de países que exceden largamente su disponibilidad de capital. Prácticamente todas las naciones de Europa del Este y de América Latina, más algunas del sudeste asiático, se transformaron en demandantes de financiamiento. Se revirtió así el cuadro de los últimos años, cuando la decisión generalizada (incluyendo a la Argentina) era cancelar préstamos, incluso de manera adelantada.
Dejá tu comentario