La izquierda “K” ya reclama una cabeza

«Vergüenza ajena» y algún epíteto de Hebe de Bonafini destinado al secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi. El piquetero Luis DElía exige una «perestroika kirchnerista». Y la CTA aliada al Gobierno reclama una inmediata quita de concesión a la empresa TBA, que explota líneas del ferrocarril. A coro, la izquierda kirchnerista salió a reclamar que algún funcionario del Gobierno nacional se haga cargo del choque del tren en la exlínea Sarmiento que dejó 50 muertos.

Sin apelar a metáforas o a metamensajes, la jefa de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, calificó ayer al secretario Schiavi como «un pelotudo» y dijo que le da «vergüenza ajena» luego de sus declaraciones sobre el accidente ferroviario en la estación de Once. «Me da vergüenza ajena que un funcionario sea tan pelotudo. Tal vez no le guste a la Presidenta, pero no sé si Schiavi puede dormir tranquilo», afirmó Bonafini en su mensaje al término de la ronda de los jueves de las Madres a la Pirámide de Mayo.

Además, le reclamó a la Presidente que «vigile un poco más a los hombres que piensan», porque «no puede ser que le den 3 millones de pesos de subsidio y no anden los frenos». «Son dos días muy tristes, no es un simple accidente de tren, porque tiene que ver con nuestras clases sociales. Los poderosos nunca pagan, ellos no viajan en tren, viajan en sus grandes autos», inició el discurso Bonafini, luego de tener que frenar su marcha en la ronda, por haberse agitado, alrededor de las 15.

Y, enseguida, apuntó contra el secretario de Transporte, que horas después de lo ocurrido en la estación de Once había asegurado que si el incidente «hubiera sido en un feriado», no habría producido tantas muertes y personas heridas. «La gente viaja cuando trabaja, cuando va a la facultad, y repito, siempre mueren todos de los nuestros», dijo Bonafini.

DElía, otro tradicional aliado incondicional de la Casa Rosada, también reclamó que el exsecretario de Transporte Ricardo Jaime «vaya en cana» y que el kirchnerismo encare «una perestroika» que incluya, de paso, una reforma constitucional. «A esta altura del partido, creo que esta fuerza que amamos tanto, que dio tanto al pueblo argentino en estos ocho años que se llama kirchnerismo, tiene que hacer su perestroika», enfatizó DElía tras mostrarse «conmovido» e «indignado» por el accidente de la estación de Once que dejó 50 muertos.

En declaraciones a una radio porteña, DElía reclamó «que vaya en cana Jaime» y que la presidenta Cristina de Kirchner convoque a que «en seis meses votemos constituyentes y terminemos con el Estado neoliberal conservador consagrado en 1994».

La Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), que responde al docente filokirchnerista Hugo Yasky, y la disidente, liderada por el estatal Pablo Micheli, también coincidieron en reclamar la finalización de la concesión a Trenes de Buenos Aires (TBA) del Ferrocarril Sarmiento. Ambas CTA difundieron comunicados en los que, en el caso de la representada por Yasky, reclamaron «poner fin inmediatamente a las concesiones fraudulentas y de TBA» tras el accidente ferroviario en la estación Once que costó la vida a 50 personas y heridas a unas 700.

Yasky sostuvo que «la tragedia no puede quedar impune» y agregó que «no se puede seguir subsidiando a grupos empresarios que no generan inversiones necesarias para garantizar un servicio para que los trabajadores viajen seguros y dignamente».