9 de diciembre 2013 - 00:00

La puja UE-Rusia acorrala al Gobierno de Ucrania

Good bye Lenin. Al final de la manifestación opositora en Kiev, una treintena de extremistas del neonazi Partido de la Libertad derribó una estatua de Lenin que había estado fuertemente custodiada en lo últimos días. Luego destruyeron la cabeza a martillazos y repartieron los fragmentos. Lenin es una figura detestada por los nacionalistas, que lo consideran un símbolo de la sumisión a Rusia.
Good bye Lenin. Al final de la manifestación opositora en Kiev, una treintena de extremistas del neonazi Partido de la Libertad derribó una estatua de Lenin que había estado fuertemente custodiada en lo últimos días. Luego destruyeron la cabeza a martillazos y repartieron los fragmentos. Lenin es una figura detestada por los nacionalistas, que lo consideran un símbolo de la sumisión a Rusia.
Kiev - Cientos de miles de personas (100.000 según la policía ucraniana y un millón según la oposición) desbordaron ayer las calles del centro de Kiev para exigir la renuncia inmediata del gabinete de Nikolái Azárov y la convocatoria a elecciones anticipadas, tanto parlamentarias como presidenciales.

La oposición amplió a la mayoría de los edificios oficiales del llamado "barrio gubernamental" de Kiev el campamento de la protesta instalado desde hace una semana en la Plaza de la Independencia, en la que miles de opositores pernoctan en carpas y rodeados de barricadas.

Buscan la caída del Gobierno por su decisión de no avanzar en la prevista integración a la Unión Europea, algo visto por la oposición como reflejo de la presión de Rusia, que considera al país parte de su esfera de influencia. Esta semana viajará a Kiev la representante de relaciones exteriores de la UE, Catherine Ashton, para impulsar una negociación política.

Miles de personas levantaron nuevos campamentos y barricadas en los accesos a las principales sedes gubernamentales de la capital.

El Servicio de Seguridad de Ucrania (SSU) anunció la apertura de una causa penal por "acciones dirigidas a la toma del poder del Estado", un delito que, según la Constitución, puede ser castigado con penas de hasta diez años de cárcel.

La oposición calificó de "provocación" la apertura de la investigación penal por parte de los servicios secretos, mientras que el líder del partido opositor Batkivshina, Arseni Yatseniuk, dijo que el Gobierno del presidente Víctor Yanukóvich se prepara para declarar el estado de excepción.

Bloqueos

Tras partir en una columna numerosa desde la Plaza de la Independencia, los manifestantes levantaron barricadas y varias carpas en otra de las principales calles de la ciudad, por la que se accede a la sede del Gobierno de Ucrania, aunque tuvieron que hacerlo a decenas de metros del edificio, protegido por un cordón policial. Otro grupo de opositores obstruyó con un camión y un coche una de las calles colindantes al edificio de la Rada Suprema (parlamento), donde colocaron además obstáculos para continuar el bloqueo.

Al mismo tiempo, otro acceso a la Rada fue protegido por soldados que se interpusieron entre miles de opositores y al menos otras tres mil personas que respaldan al presidente Yanukóvich y a su Partido de las Regiones frente a la sede del Legislativo.

En otra parte del centro, cerca de mil efectivos de las fuerzas especiales antidisturbios, responsables del violento desalojo de hace una semana en la Plaza de la Independencia, impidieron a los manifestantes el acceso a la sede de la Presidencia.

La Plaza de la Independencia, corazón de la multitudinaria protesta, una de las mayores en la historia contemporánea del país, quedó chica desde el inicio de la llamada "Marcha del millón".

Los líderes de la oposición europeísta, que no perdonan a Yanukóvich su renuncia a firmar el Acuerdo de Asociación con la UE, también le exigieron la liberación de los detenidos en el violento desalojo de la plaza del pasado fin de semana y el castigo a los responsables de aquella acción represiva.

"Debemos expresar ahora nuestra visión del futuro, nuestra falta de respeto hacia el poder actual. Y llamamos a la huelga", exclamó ante los congregados el líder del partido UDAR, el famoso boxeador Vitali Klitschko.

Agencias EFE, DPA, Reuters

y AFP, y Ámbito Financiero

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