Obama y su equipo ayer en la Casa Blanca, cuando el presidente habló de su propuesta para que los bancos paguen.
Washington - El presidente de EE.UU., Barack Obama, propuso ayer un impuesto a las principales instituciones financieras del país para recuperar hasta u$s 117.000 millones prestados por el Gobierno para rescatar al sector.
Obama reclamó una comisión a los grandes bancos para «recuperar cada dólar» que el Gobierno gastó para rescatar al sector financiero de la peor crisis desde la Gran Depresión.
«Mi determinación de alcanzar esa meta sólo aumenta cuando veo los reportes de enormes ganancias y bonos obscenos en las empresas que siguen existiendo gracias a los estadounidenses», dijo.
Propuesta
A continuación, algunos de los detalles más importantes de la propuesta:
La tasa se aplicará sólo a firmas que tengan más de u$s 50.000 millones en activos. Ningún banco pequeño o comunitario estará sujeto a esta tarifa.
Las instituciones cubiertas incluirían a holdings bancarios, holdings de ahorro, de depositarios de seguros y aseguradoras que posean uno de estos tipos de entidades.
Los agentes de Bolsa con activos por sobre los u$s 50.000 millones también estarían incluidos en la medida.
La comisión sería aproximadamente de un 0,15%, de los pasivos cubiertos.
Se espera que cerca de 50 firmas sean cubiertas por el impuesto: 35 de ellas serán firmas estadounidenses, y de 10 a 15 serán filiales en el país de empresas extranjeras. El Gobierno calcula que de 20 a 27 de las firmas nacionales serán instituciones bancarias.
La aseguradora American International Group (AIG), rescatada en setiembre de 2008, no será excluida de la tarifa. No obstante, las automotrices estadounidenses que recibieron dinero de rescate serán excluidas porque se las considera firmas industriales para las que la evaluación de pasivos no tiene sentido.
También se excluye a los gigantes Fannie Mae y Freddie Mac, actualmente bajo poder del Estado, porque el Gobierno de Obama no ve que tenga sentido para los contribuyentes que «su dinero cambie de un bolsillo al otro».
Las pérdidas por el rescate bancario en el presupuesto del año fiscal 2011, que se conocerá a comienzos de febrero, se proyectarán en u$s 117.000 millones, menos que los u$s 341.000 millones en la revisión de presupuesto de mediados de la temporada del año pasado.
El Gobierno de Obama propondrá que la tarifa permanezca vigente un mínimo de 10 años, y por el tiempo que sea necesario para recuperar todas las pérdidas del plan de rescate (unos u$s 90.000 millones).
Se espera que cerca de un 60% del dinero recaudado por la tarifa de rescate provenga de las principales 10 entidades financieras.
La tarifa será aplicada a las entidades, incluso si ya han devuelto capital recibido del rescate, y también a firmas que podrían no haber recibido dinero «porque todas se beneficiaron en gran medida de la estabilidad que el plan de rescate ayudó a llevar a la economía del país», según afirma el Gobierno.
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