16 de agosto 2012 - 00:00

Nada afuera, algo adentro

Nada afuera, algo adentro
A tal punto resultó anodino, inexpresivo, carente de rumbo definido, el mercado global que el Merval, moviéndose sólo por las suyas y alcanzando el 0,8 por ciento de mejoría, resultó la figura excluyente. Ni a lo largo de Europa, de curiosa opacidad en los índices, ni en el ámbito del Dow Jones, extensivo al Bovespa, se pudo verificar algo más que un principio de «neutralidad», al cabo de la rueda. Más temprano, Shanghái había decrecido un 1,1 por ciento, por todo lo cual nada se podía utilizar de señal «importada», para traducirlo en energía local.

El desarrollo de Buenos Aires se potenció en cuanto a la imagen, por simple comparación con una caravana exterior que se quedó paralizada en sus cierres anteriores. Aquí se mantuvo casi por perforar el piso de los 2.400 puntos, pero ya sin excesiva salida de los vendedores se permitió un vuelo hacia los 2.446 y cerrando muy cercano: 2.440 unidades.

Hubo, además del Merval, buen salto en el nivel del índice Bolsa -general- con el 1,05% y donde 57 plazas pudieron sumar -Rigolleau, la estrella, con 13,4%- en tanto, solamente 21 se movieron en baja (Caputo y San Miguel, con 3,6%). Entre las «12» grandes, el mayor brillo surcó por PESA y Telecom, con 2% y 2,6% de rendimiento. Sólo dos bajas, Comercial y Edenor; el resto, en porcentuales módicos. Una rueda lubricada de manera aceptable, con $ 42 millones de efectivo, constituyendo la mejor de la semana en esa aleación de sus variables. Oferta vuelta a sus casillas, algo de demanda, un ritmo que resultó tranquilo, pero, bastante firme. Y la Bolsa, reflotó.

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