30 de enero 2014 - 00:00

Netanyahu salvó con lo justo su Gobierno. ¿Le durará la tregua?

El primer ministro, Benjamín Netanyahu (arriba), fue blanco de las críticas de sectores ortodoxos por sus planes ante un eventual acuerdo de paz con Palestina. El ministro  de Economía,  Naftali Bennett (abajo), amagó con encabezar la ruptura en la coalición de Gobierno, pero luego debió pedir perdón por sus dichos.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu (arriba), fue blanco de las críticas de sectores ortodoxos por sus planes ante un eventual acuerdo de paz con Palestina. El ministro de Economía, Naftali Bennett (abajo), amagó con encabezar la ruptura en la coalición de Gobierno, pero luego debió pedir perdón por sus dichos.
Jerusalén - La coalición de Gobierno de Israel logró ayer evitar una ruptura en lo inmediato después de que el ministro de Economía, Naftali Bennett se vio obligado a pedir disculpas por haber criticado públicamente al primer ministro, Benjamín Netanyahu, en un tema vinculado a las negociaciones de paz con Palestina.

La disculpa se produjo momentos después de que informes de los medios señalaron que Netanyahu había emitido un ultimátum para Bennett, exigiéndole que se disculpara antes de la próxima reunión de gabinete el domingo o, por lo contrario, sería despedido.

"Si el primer ministro se sintió dolido, no era ésa mi intención", dijo el ministro de Economía, líder del partido ultraderechista Habayit Hayehudí (Hogar Judío, vinculado esencialmente al movimiento colono israelí), en un acto público celebrado esta noche en el Mar Muerto.

La crisis entre ambos políticos se originó en una inusual crítica del ministro a la idea de Netanyahu de que, en un eventual acuerdo de paz con los palestinos, algunos colonos judíos quedasen bajo soberanía palestina con tal de no desplazarlos de sus hogares.

"Esto no puede ocurrir. ¿Saben por qué los judíos no pueden vivir bajo soberanía palestina y los palestinos no pueden gobernar a los judíos? Porque los matan", había afirmado Bennett, en referencia a la masacre de Hebrón de 1929, en la que fueron asesinados 67 judíos cuando toda la zona estaba bajo mandato británico.

La idea también desató una airada reacción por parte de las autoridades palestinas.

El negociador jefe de los palestinos, Saeb Erekat, dijo: "No permitiremos a un solo colono" que se quede en tierra del Estado palestino.

Ayer el funcionario se retractó y acusó a "gente interesada en convertir un debate de sustancia sobre el futuro de nuestro Estado en un ataque personal que no existió nunca". "Respeto al primer ministro Benjamín Netanyahu y su liderazgo en una situación nada fácil", indicó.

Fuentes de Habayit Hayehudí dijeron a la edición electrónica del diario Yediot Aharonot que con esas palabras Bennett "daba por zanjada" la polémica, y que Netanyahu "no debe esperar más" declaraciones ni disculpas. "Si Netanyahu aún quiere cesarnos e ir a elecciones, estamos preparados", aseguraron.

Ni el primer ministro, que aseguró tener otras combinaciones para mantener estable su coalición de Gobierno, ni ninguno de sus asesores hicieron valoraciones sobre si la disculpa del líder nacionalista es suficiente o no.

Previamente, un funcionario cercano al premier había dicho que "no necesita que Bennett le dé lecciones sobre el amor a Israel o sobre cómo proteger la seguridad nacional".

La crisis se produjo cuando el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, está por presentar un borrador del plan de paz que podría abarcar todos los temas centrales del acuerdo palestino-israelí y que incluye concesiones de ambas partes.

Agencias EFE y DPA

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