Los hermanos Liam y Noel Gallagher, líderes de Oasis, encabezaron un concierto espléndido en River, ante cerca de 45.000 personas.
Presentación de «Dig Out Your Soul». Actuación de Oasis. Con Liam Gallagher (voz), Noel Gallagher (guitarra, voz), Gem Archer (guitarra), Andy Bell (bajo), Chris Sharrock (batería) y Jay Darlington (teclados). Grupos soporte: Estelares, Mole y Los Tipitos. (Estadio River; 3 de mayo).
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La expectativa, sobre todo para los organizadores, era muy grande. Esta sería la cuarta visita de la banda de los hermanos Liam y Noel Gallagher a la Argentina y era, a la vez, el mayor desafío en términos de convocatoria. Ya habían tocado por dos noches en el Luna Park en 1998 y dos veces en el Campo Argentino de Polo -en 2001 y 2006, aunque sólo en el segundo caso como únicos artistas.
De modo que este River, en medio de una situación mundial que está haciendo más difícil también el negocio del espectáculo, ponía una pequeña luz de alarma. Y más, cuando unos días antes, algunos rumores hablaban de una venta escasa de entradas. Pero finalmente, ninguna evaluación agorera se cumplió. Y con las 45.000 personas que indicó la cifra oficial para mostrar muy bien ocupado el mayor estadio del país, los ingleses entraron en la lista de los pocos que han podido darse ese lujo.
Es verdad que, otra vez, vuelve a hablarse de la separación de estos «chicos malos» del pop-rock británico, que hacen públicas sus peleas de hermanos y que -aprovechado muy bien desde el marketing, por supuesto- están hablando permanentemente de ruptura.
Lo que se vio en River, sin embargo, es una banda madura -con nuevo baterista-, que deja ver sus 15 años de escenarios, que ha podido romper esa atadura tan férrea con el modelo «beatle» que los caracterizó en el principio, y que siguen siendo capaces de entregar canciones que entusiasman al público. Con puntualidad inglesa, arrancaron a las nueve de la noche del domingo y se dieron a la tarea de recorrer diferentes momentos de su historia.
Liam volvió a mostrar sus enormes dotes como cantante. Su hermano Noel tampoco se privó de ese gusto -interpretó «Waiting for the Rapture» del nuevo álbum y los más clásicos «The Importance of Being Idle» y «Don't Look Back in Anger». La banda tuvo sus lucimientos en la solidez grupal y en algunos solos del guitarrista Gem Archer. Y la puesta estuvo a la altura de las circunstancias. El repertorio fue una mezcla de temas muy conocidos -los preferidos del público, naturalmente-, como «Rock and Roll Star» -de su primer disco, «Definitely Maybe», que sirvió para arrancar el show-, «Layla», «Cigarettes & Alcohol», «The Meaning of Soul», la hermosa balada «Masterplan», «Morning Glory», «Wanderwall», «Champagne Supernova», etc.
Pero hubo bastante también de «Dig Out Your Soul», el disco nuevo que vinieron a presentar, en piezas como «The Shock of the Lightning», «To be Where There's Life» o «I'm Outta Time». El final fue, como tantas veces, un homenaje al grupo de Liverpool que está en los genes de Oasis; hicieron «I am the Walrus» de The Beatles y el estadio se convirtió en una caldera.
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