22 de agosto 2011 - 00:00

Para los Bernanke, es la última esperanza

Para los Bernanke, es la última esperanza
Cuatro semanas consecutivas en baja (el Dow y el S&P500 pierden un 16% y el Nasdaq un 18%, al borde de un Bear Market). Las dos últimas ruedas, con un retroceso del 5,2% (el viernes apenas -1,6%), que dejó al Dow en 10.817,65 puntos. Una baja del 11% en el mes y un 6,6% para el año. Es claro que lo bursátil no está viviendo el mejor de los tiempos. Podemos culpar a la crisis europea, pero esto no explica por qué cada día que pasa aumenta el número de analistas y personas pensando en un nuevo proceso recesivo o por qué aumenta el número de referencias con la crisis japonesa. Más allá de los grandes números y teorías de la macro, a nivel de las empresas las cosas tampoco lucen de lo mejor. Es cierto que en cuanto a ganancias el último trimestre ha sido más que bueno, pero casos como el de Hewlett Packard, que el viernes presentó un plan integral de reestructuración que fue muy mal recibido por el mercado, no han permitido capitalizar estas buenas noticias.

Como siempre, las cosas pueden llegar a cambiar en el mercado en el espacio que media entre un abrir y cerrar de ojos, pero no por esto podemos soslayar la idea de que estamos cerca del punto en que en lugar de ser el reflejo de las malas noticias, el mercado accionario pase a integrar esas malas noticias. Hoy no vamos a agregar nada a lo que venimos diciendo sobre lo que ocurre y por qué, con las tasas, las monedas, las acciones o los commodities. Lo que queremos es reflejar el ánimo que se percibe en el mercado, que no es de pánico, pero sí de desasosiego. Resulta clave entonces lo que vaya a decir o no decir Ben Bernanke este viernes durante el conclave de la Fed en Jackson Hole. Si él no se pone a la altura de las circunstancias, el mercado lo hará, con todo lo bueno y malo que esto puede significar. Pero aun sin Jackson Hole, no va a ser una semana fácil (i.e: pude subir o bajar).

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