- ámbito
- Edición Impresa
Paul McCartney vuelve a tocar en River después de 17 años
En 1993, aun disponiendo de opciones como helicópteros o limusinas para moverse desde Ezeiza hasta el centro de la ciudad, McCartney optó por subirse a un auto no excesivamente caro ni lujoso con su esposa de entonces (la difunta Linda) y sus hijos y manejar él mismo atravesando heroicamente varias localidades del Gran Buenos. Había fans alucinados que lo seguían en autos y motos pidiéndole estrechar su mano e, incluso, él no tuvo el menor problema en detener su vehículo para comprarle helados a un vendedor callejero (acontecimiento improbable pero auténtico que ocurrió cerca de Ramos Mejía).
Pero el ex Beatle ya no es el mismo hombre familiero de la época en la que estaba casado con Linda. Luego de uno de los divorcios más costosos de todos los tiempos (de la ex modelo Heather Mills), y a los 68 años, McCartney aparentemente no está para tanta aventura en las autopistas sudamericanas. Esta vez vino desde Brasil en un avión privado, que primero pidió permiso para aterrizar en Rosario, luego dudó en dirigirse al Palomar y finalmente se decidió no hacerle desafiar al convulsionado aeropuerto de Ezeiza (cuya caótica situación actual justificaba por sí sola el sigilo y los amagues del músico y su equipo). De ahí lo llevaron en auto a su alojamiento previamente pactado en Martínez. Dado el revuelo que provocan a diario tantos personajes impresentables del jet set criollo, parece increíble que el mismísimo Sir Paul McCartney haya llegado a nuestro país logrando pasar inadvertido.
Los que seguro no pasarán desapercibidos serán sus dos conciertos en River, un momento único para los muchos miles de fans de los Beatles (a esta altura una masa absolutamente heterogénea tanto en edades como estilo, dado lo universal de su obra). Todos ellos saben que luego de estos dos shows, y 17 años más tarde de su única visita a la Argentina, las posibilidades futuras de volver a ver un Beatle en vivo serán mas bien escasas.
Por eso, más allá de los detalles pintorescos y más o menos divertidos, lo más sensato es estar atento a lo que se va a poder apreciar en River (cuyas puertas se abrirán a las 17), previo show acústico del ex Los Piojos, Andrés Ciro, a las 19.30.
Este «Up and Coming Tour» que McCartney viene llevando por el mundo desde marzo surge del concepto sencillo y contundente de mostrar a un Beatle en acción tocando unas docenas de los mejores temas de su carrera durante unas tres horas de show, acompañado por cuatro rockers de ley (incluyendo leyendas menores de la industria musical, como el guitarrista Rusty Anderson, que además de tocar con virtuosos de todos los estilos, es el responsable de las inconfundibles notas de guitarra de «La vida loca» de Ricky Martin).
La potencia del quinteto que lidera McCartney promete ser demoledora como para cerrar los bises con temas frenéticos como «Helter Skelter» o el psicodélico e inigualable «Sargento Pepper», sin dejar de revisar los momentos más sutiles de la historia Beatle, con novedosos homenajes a una soprendente galeria de difuntos, empezando por John Lennon y George Harrison (la versión de «Something» debe ser toda una curiosidad), su esposa Linda Eastman, y, más extrañamente, Jimi Hendrix, con una reedición de «Foxy Lady».
Sería imposible conformar a todo el mundo, pero entre los más de 35 temas que Paul viene tocando en distintos puntos de esta gira, hay para todos los gustos, desde lo más flower power y rocanrolero, los primeros clásicos beats (como «All my loving» o «Ive Just Seen A face»), pasando por la psicodelia y, claro, sin olvidar los temas más lights o ingenuos no muy apreciados por los beatlemaníacos inclinados al bando de Lennon («Yesterday» y «Obladi Oblada» a la cabeza).
La única advertencia seria que hacen las empresas organizadoras es tener cuidado con la reventa de tickets, no sólo por los precios desorbitados (han alcanzado cifras extremas, partiendo de la base que las más caras de las legales salían 6.500 pesos) sino por la aparente abundancia de entradas falsificadas.
Dejá tu comentario