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Pesimismo de inversores: cupones cayeron hasta un 3%

Los cupones, que nacieron adosados a los bonos del canje de la deuda y después comenzaron a negociarse por separado, ajustan por el crecimiento de la economía. Hasta hace poco ese valor estaba elevado porque se suponía un sostenido crecimiento de la Argentina en 2012 que permitiría cobrar renta en 2013. De una estimación optimista del 7% ahora el crecimiento del año próximo se calcula en un 4% y va en baja. Los cupones pagan renta si la economía sube por encima del 3,26%. La caída de los precios de estos derivados muestra que se están ajustando a un futuro no sólo de menor actividad económica, sino también de una posible recesión.
Pero los cupones no son las únicas víctimas de la debacle. Los bonos en pesos tienen precios absurdos y los inversores no los consideran como un activo para tener en las carteras. De esta manera, hay pocas opciones para ahorrar en la Argentina y allí se explica la mayor demanda de dólares. El INDEC se encargó de destruir una de las pocas herramientas que podía defender a la gente de la real inflación. El costo de la caída de los bonos indexados fue la pérdida de reservas del Banco Central, que ahora están por debajo de los u$s 49 mil millones, y una creciente fuga de capitales.
La falsedad de los datos sobre el crecimiento de los precios también encareció el costo argentino de endeudarse y que haya que pagar más de lo que se debería por la renta de los cupones PBI. Si bien también se paga menos por los bonos indexados en pesos, los vencimientos de estos títulos, que es cuando hay que ajustar el capital por la inflación, se produce después de 2023. Por eso no es válido el argumento de que el Gobierno, alterando los datos de la inflación, quiere ahorrar en el pago de los intereses, porque paga de más por los cupones PBI en tiempo presente y ahorra en el futuro lejano. Aunque en el mundo subieron las Bolsas, los bonos en moneda local siguen en baja y son activos de pura especulación donde se entra y sale rápidamente. Ni siquiera un rendimiento atractivo del 25% en algunos de los bonos alienta a los inversores.
Los que todavía resisten y son elegidos como activos para mantener en los portafolios son los bonos medianos en dólares. El Bonar X y el Boden 2015 se mantuvieron casi sin cambios. No tienen un futuro de aumento de precios, porque su rendimiento está en un 10,5% y los inversores hoy no aceptan menos renta que esa para quedarse.
El dólar, en tanto, permanece en $ 4,205. Como hasta el lunes habrá menos jugadores en el mercado, el Banco Central no debió esforzarse como en ruedas anteriores para que en el Forex-MAE, la principal plaza mayorista, la divisa cierre en ese valor. La entidad vendió y recompró alrededor de u$s 25 millones por lo que su saldo fue neutro. Los bancos oficiales, en cambio, vendieron alrededor de u$s 40 millones. Tuvo que vender poco en el mercado de futuros donde las operaciones de compensación continúan porque hay grandes perdedores después de la decisión del Central de utilizar enormes reservas para mantener el dólar artificialmente bajo.
La forma que encontró la autoridad monetaria de estimular la venta de dólares al contado es asegurar precios bajos hasta fin de año. El que quiere dólares a fin de octubre los debe pagar tan sólo $ 4,2170, lo que implica un bajísimo costo del 3,26% anual. Si se busca seguro de cambio a fin de noviembre, el precio es 4,2537 y el costo, un 6,82% anual. Para fin de año la divisa vale $ 4,2915.
En las casas de cambio, el dólar siguió a $ 4,235, mientras el «blue» retrocedió 1 centavo a $ 4,43. También bajó en la misma proporción el «contado con liquidación», el dólar que se utiliza para fugar divisas que cerró en $ 4,68. Hoy termina una semana contradictoria. La que viene va a estar marcada por los datos de la economía de Estados Unidos y por las decisiones del Banco Central Europeo (BCE).


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