7 de febrero 2011 - 00:00

Poco tengo y poco puedo

Poco tengo y poco puedo
A menos que se produzca una cerrazón de oferta, por algún motivo inesperado, favorable, de alta incidencia, está visto que lo que queda en el «tanque» de combustible del mercado alcanza para emparejar situaciones, poseer un modesto alcance de asimilación y propender al pasito corto por demás. Lo que conlleva el riesgo de que la noticia inesperada tenga contenido adverso: y, en tal caso, los precios serán directamente la muralla de contención. Ergo, con alguna corrección de proporciones...

En la fecha final todo fue un «replay» de días anteriores, con índices globales moviéndose lentamente y la excepción -ya fastidiosa- de un Bovespa que gana poco en las buenas, y paga mucho en las jornadas negativas. Así sufrió el viernes, con baja del 2%, mientras el Dow Jones conseguía volver al triunfo con la estrategia del arrástrese y gane poco, pero gane. Copiado el 0,24% del NYSE casi con exactitud en Buenos Aires, donde el Merval anotó un 0,22% (aunque con distinto signo, el Dow positivo y el Merval bajando). Un mínimo de «3.604» puntos, el máximo en los «3.646» y un cierre de «632» unidades. Las diferencias resultaron con «33» plazas en avance y otras «41» en descenso. Las líderes con resultados mixtos, aunque Tenaris y Galicia registraron aumentos leves, mientras que el volumen negociado tuvo un retroceso, tras dos ruedas donde pudo ampliarse en unos $ 10 millones. En la fecha final, se contrajo a los $ 51 millones y empalideciendo la esperanza de ver dilatación de negocios, en un mercado que lo precisa y mucho...

Como otras veces, una fecha de buen nivel -el martes- guareció el resultado de toda la etapa. Los días que siguieron resultaron de imagen empobrecida, pero el Dow Jones recogió un sabroso 2,3% de alza y el Merval pudo capturar el satisfactorio 1,34% de mejora. Solamente el Bovespa dejó saldo negativo, con el 1,92%, persistiendo en mostrar su cara adversa y como lo arrastra de todo 2010.

Pasos siguientes de pronóstico abierto, clima «inestable», que habilita a todo resultado posible, acaso para repetir -con cualquier motivo- una rueda donde los alcistas griten: ¡»Vamos»! y, después, dedicarse a conservar lo ganado. Se ha visto muy a menudo. Y la Bolsa, ansiosa.

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