28 de agosto 2014 - 00:00

Prueba de fuego hoy para gremios opositores

Las protestas arrancaron ayer a primera hora en cercanías de la autopartista Lear, sobre Panamericana. Luego hubo manifestaciones y cortes en puentes y vías de acceso, y una concentración en el Congreso.
Las protestas arrancaron ayer a primera hora en cercanías de la autopartista Lear, sobre Panamericana. Luego hubo manifestaciones y cortes en puentes y vías de acceso, y una concentración en el Congreso.
El tercer paro nacional contra Cristina de Kirchner pondrá en juego hoy el poderío del sindicalismo opositor. El sector arrancó esta medianoche la medida de fuerza con hegemonía en el transporte y los servicios, aunque mermado su impacto por la deserción de los colectiveros y con un protagonismo renovado por parte de sindicatos y partidos políticos de izquierda. La antesala de la huelga fueron ayer las protestas impulsadas por la CTA disidente y organizaciones como Barrios de Pie.

Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, líderes de las versiones opositora y "Azul y Blanca" de la CGT, respectivamente, resolvieron para hoy hacer la vista gorda frente a los cortes y bloqueos promovidos por agrupaciones de izquierda y conducciones gremiales clasistas. En el paro anterior, el 10 de abril pasado, ambos dirigentes habían alzado sus voces en contra de las protestas callejeras de la izquierda, por entender que le habían sacado protagonismo a la paralización de actividades en sí misma.

Para hoy, la atención estará puesta en el impacto que tendrá sobre la huelga el funcionamiento de los colectivos de pasajeros prometido por la Unión Tranviarios Automotor (UTA), un gremio que actuó en coordinación con Moyano hasta el mes pasado y que a último momento se bajó del paro tras acordar subsidios con el Gobierno.

Ante ese escenario, Moyano activó negociaciones con otro sindicato de colectiveros, la UCRA, que a pesar de no contar con reconocimiento oficial y de tener una estructura acotada amenazó con impulsar hoy manifestaciones en Retiro y en cabeceras de varios servicios de corta distancia.

En tanto, los organizadores cuentan con una casi certeza de que no habrá trenes por la adhesión a la huelga de los maquinistas de La Fraternidad y del gremio de señaleros. También habrá dificultades para el tráfico aéreo, con la participación en la medida de los técnicos aeronáuticos, entre otros sindicatos de menor peso en la actividad. Mientras que se prevé la parálisis del comercio fluvial de parte de varios gremios portuarios y marítimos.

Los camioneros de Moyano garantizarán que no habrá recolección ni transporte de mercaderías, lo que incluye correos, plata para los bancos y combustibles. Las estaciones de servicio tendrán dificultades para abrir por la adhesión del gremio. Por su cuenta parará también la Asociación Bancaria.

Ayer fue el turno de las organizaciones menos ortodoxas. La CTA de Micheli y agrupaciones de izquierda se reunieron por la tarde en la Plaza de Mayo para movilizarse hacia el Congreso. Las consignas fueron las mismas que sostendrán hoy los gremios de la CGT: contra la inflación, los despidos y las suspensiones, por la eliminación de Ganancias y por un aumento de emergencia a los jubilados, entre otras demandas.

Las movilizaciones incluyeron bloqueos en los puentes Pueyrredón y Saavedra; en Constituyentes y General Paz; en Puente 12, y en el cruce de la Ricchieri y Camino de Cintura. A primera hora hubo una manifestación de trabajadores despedidos de la autopartista Lear en General Pacheco, adonde se trasladó el secretario de Seguridad, Sergio Berni, aupado en un helicóptero.

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