El activista piquetero y oficialista Luis D’Elía encabezó una magra manifestación ayer que cruzó la Capital para pedir el voto para los candidatos del Gobierno, abusando de sus consignas racistas. «Queremos listas con morochos», clamó.
El dirigente de la Federación Tierra y Vivienda, Luis D'Elía, apuntó ayer directo al cierre de listas de candidatos para las próximas elecciones legislativas del 28 de junio, al reclamar que no querían listas «blancas y marquetineras», sino «morochos que nos representen y nos llenen de orgullo», en plena Plaza de Mayo. Un mensaje sin doble lectura para el Gobierno, que se prepara -como todos los partidos- a cerrar candidaturas para mañana.
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
Las 5 a 7 mil personas que acompañaron al dirigente a lo largo de la colapsada avenida Rivadavia llegaron con el último aliento al acto enfrente de la Casa Rosada, que comenzó a las 16:30. Todos estaban cansados y más de un par de ovejas díscolas se habían perdido en el camino, así que los discursos fueron breves y la desconcentración rápida. Quedaban ya pocas columnas de movimientos piqueteros y agrupaciones sociales para cuando una numerosa batucada cerró el evento, que tuvo poco de la anunciada fiesta popular. Hacia el final del discurso de D'Elía se veían grupos de personas iniciando el ya clásico abandono precoz de movilización partidaria. Los cordones humanos ya no funcionan como antes.
Quizá fue el cansancio de la larga caminata (que había comenzado en Liniers a las 11:30 y recorrió la avenida Rivadavia hasta llegar a Plaza de Mayo a las 16), o la ambigüedad de la consigna de la marcha, «Para apoyar al Gobierno de Cristina, pero también para reclamar lugares en las listas, pero también para criticar a la oposición, pero también para demostrar la fuerza de las agrupaciones que conduce D'Elía, como hicieron los gremialistas», según explicó uno de los organizadores de la marcha.
Lo cierto es que en la Plaza se veía ya el agotamiento, ánimo poco oportuno cuando comienza una batalla (la electoral). ¿Quién puede sentir adrenalina política después de recorrer 12 kilómetros de peregrinaje urbano? Sobre todo, si gran parte de los asistentes son madres con bebés a cuestas y chicos alrededor, como la mayoría de las personas que se vieron ayer en el acto.
Por eso probablemente (y también para no molestar demasiado a los habitantes de la Casa de Gobierno), el acto no duró más de 45 minutos, empezando con los discursos de Hernán Letcher (Agrupación Segundo Centenario), Leandro Díaz (Movimiento 8 de Octubre) y Gastón Arispe (Movimiento Octubres). Después llegó la vedette del día, que no defraudó la expectativa de titulares de prensa: «Que no se abusen de nuestra nobleza. No queremos listas blancas y marquetineras; queremos pueblo, queremos trabajadores, queremos morochos en las listas que nos representen y nos llenen de orgullo», dijo D'Elía.
D'Elía además se reservó golpes para la oposición y, fiel a su jefe político (de quien se había mostrado distanciado a principios de esta semana), apeló a la teoría del caos a la criolla, que impulsa Néstor Kirchner hace semanas. «Si la derecha conspiradora llegara a imponer a (Julio) Cobos, el pueblo va a hacer tronar el escarmiento», vaticinó el dirigente en tono apocalítico, tan caro al archivo peronista. En este sentido, D'Elía pareció recordar su pasado docente y encaró la crítica a la oposición con una afiebrada voluntad de redefiniciones: «Queremos dejar claro que nos oponemos al proyecto neoliberal que encabezan los neoduhaldistas y los neorradicales y cuyos resultados sufrimos en carne propia nosotros, los sectores populares, en la década del 90».
El dirigente también apeló a la poesía al subrayar que no quería «volver a la noche neoliberal-conservadora» y cargó contra el candidato a diputado del PRO-PJ disidente, Francisco de Narváez, al afirmar que «hace cuatro años que es diputado y no presentó un solo proyecto sobre seguridad y habló apenas cuatro veces en la Cámara. ¿Para qué quiere ser diputado nuevamente?», en una paráfrasis casi exacta de las declaraciones de Aníbal Fernández contra el diputado opositor.
En este punto, D'Elía respaldó «sin ambigüedades y con absoluta generosidad» al Gobierno de Cristina de Kirchner y llamó a «reventar las urnas de votos para el Frente para la Victoria» en las elecciones legislativas. Del reclamo de lugares en las listas de candidatos (que cierren mañana) ni noticias, según aseguraron dirigentes de la Federación Tierra y Vivienda.
Para cuando D'Elía terminó de hablar, la mayoría de los asistentes miraba para el costado, preocupada porque la noche que se les venía era literal y todavía les quedaba un largo camino de vuelta a los pagos bonaerenses.
Dejá tu comentario