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River no mejora, pero al menos volvió al triunfo

Jonatan Maidana, que jugó de lateral y le faltó oficio para proyectarse, lucha con Rodrigo Gómez. El chiquitín de Argentinos Juniors fue el mejor jugador de su equipo, pero no encontró un compañero para intentar cambiar la historia.
River ganó después de dos meses y eso fue lo más importante.
Argentinos Juniors respetó demasiado a River, no se decidió a atacarlo con todo y por eso terminó perdiendo un partido que lo más lógico hubiera sido un empate y sin goles.
River plantó una mitad de la cancha con Menseguez como volante derecho y Ariel Rojas por izquierda, pero su mejor jugador fue el juvenil tucumano Matías Kranevitter, que se plantó en el círculo central y fue el dueño del sector.
Argentinos Juniors intentó jugar por los costados, con la habilidad de "Droopy" Gómez y con dos puntas definidos (Triverio y Boyero), que recibieron muy poco juego.
El partido se trabó en la mitad de la cancha y de ahí parecían que no salían.
El juvenil Sebastián Driussi, que debutó como delantero, recibió muy poco juego y, entre su timidez y lo mal que fue alimentado futbolísticamente, terminó pasando inadvertido en la cancha, sin poder demostrar su talento.
Teófilo Gutiérrez buscó, se movió y tuvo dos situaciones claras de gol, pero demostró que la ansiedad lo está matando y no definió a la altura de sus antecedentes.
Ramón intentó darle aire al mediocampo con los ingresos de Carbonero y Ferreyra por los costados y si bien el colombiano fue gestor del gol y tuvo más movilidad que Menseguez, los cambios fueron casi imperceptibles.
Después del gol, Caruso Lombardi puso un tercer delantero para tratar de encerrar a River y llevarse un empate, pero le faltó tiempo y vocación ofensiva para resolverlo.
River hacía dos meses que no ganaba (ocho partidos por el campeonato y dos por la Copa) y este triunfo le puede servir para cambiar el ánimo, pero no fue producto de una mejora futbolística, sino casi de la casualidad. El equipo sigue desconcertado y sin fútbol.
Argentinos Juniors se enamoró de la lucha y respetó demasiado al rival y al estadio Monumental, dio muestras de que se conformaba con un empate y su falta de avaricia lo hizo quedarse sin nada.
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